Las calidez de las brisas me indicaban lo perfecto que sería mezclarme entre las multitudes. Caminé despacio, escuchando atento las indicaciones del guía; en todo momento mis escasos reflejos eran de asombro, pues el trato parecía de familia.
Gian Franklin, quien apenas conocí unas horas, me hizo volver a la realidad con una palmada amistosa, al parecer se dio cuenta de que mi mente estaba en algún lugar lejano, muy desconectado. Apenas me percaté de que ya estábamos en uno de mis lugares favoritos. El olor a libros nuevos, cafés expresos y buenas vibras intensificaron la sensación de un hermoso comienzo de clases en mitad de año.
La felicidad que irradiaba mi ser era notable en mis saludos cordiales, persona que pasaba, persona que saludaba. Sentía viva la conexión con los árboles, el pasto verde que adornan el campus, hasta la naturaleza me susurraba “Ahora eres libre como el viento”. Por primera vez, mis ojos desbordaban la ilusión que había guardado por casi dos años. Respiré a fondo y con todas mis fuerzas porque me costaba creer lo que estaba pasando. Al parecer mi cumpleaños del 2017 me estaba regalando todo lo que siempre quise. Adquirir una vida nueva.
Emco Nuno (10)