Amada mía,
esboza… y espera,
cuanto he sufrido en esta cantera
añorando el tranvía,
pa verte hoy día
con tu fino perfume y rosas en la acera.
Que esta carta llegue a ti pronto,
más que carta un verso, un poema bien corto;
se que me esperas
porque lo prometí aquel día,
con saco, y sin playera,
con una rosa en mis manos te visitaría.
Como iluso escribo una carta que no verás
pero que leeré en tu presencia,
aún cuando todos notan tu ausencia
sé que la escucharás;
la escuchas ahora,
y llorando en la aurora
frente a la piedra con tu grabado
dejo mi rosa en símbolo de mi amor;
porque desde antes que te fueras
yo siempre te he amado.
Una rosa y una lágrima