Cursaba el tercer año de bachillerato con una angustia transformada en dolor en el pecho, y la incertidumbre sombreo mi graduación. El Galeno recomienda exámenes exhaustivos en SOLCA (sociedad oncológica de lucha contra el Cáncer) pues mi extrema juventud 16 años, le hacen pensar mil causas. Posiblemente una tendencia genética que al llenar la historia Clínica no tenía respaldo, o elevada cantidad de estrógenos que están sin control haciendo que mis senos se pusieran exuberantes; o la menos probable un crecimiento acelerado maligno en el tejido mamario “Cáncer”, pero había que descartarlo
1.DOLOR. Al saltar me duele.
2 AUTO EXAMEN me aparecio algo.
3 EN EL PASILLO Estoy en SOLCA.
4 PALPACIÓN Estoy avergonzada.
5 EXÁMENES Siento frío.
6 CIRUGÍA reflectores en el techo.
7 SALA DE RECUPERACIÓN me cuesta tragar saliva.
8 VISITAS Carmen se ofrece ser mi ayudante.
DESARROLLO
Otra vez al saltar en una clase de educación física me duele el pecho con una punzada desmembradora que me hace doblar las rodillas y abrazarme para calmar un poco las molestias. Llego a casa desanimada más que cansada. Mi apetito se había esfumado y mi mente se acordaba de las recomendaciones de mis compañeras.
Al otro día, Procedo a colocar mi brazo derecho detrás de mi cuello llena de nervios asesorada por mis compañeras de colegio haciéndome el examen rudimentario de las mamas y ¡ahí está! “una bolita o bolota”en mi mama derecha, y una electricidad envuelve mi cuerpo como un mal presagio.
Son las 7h00 estoy acompañada de mi madre en el temido SOLCA, los Galenos pasan con su bata blanca a consulta y otros a sala de operaciones, tan agiles, sonrientes, tranquilos ignorando la angustia de como se sienten los pacientes que están en el pasillo. Al escuchar mi nombre entro con timidez al consultorio, una enfermera me pide que me saque la ropa y me suba a la camilla, me siento avergonzada, intimidada y hasta ultrajada estoy sentada como conejillo de indias con el pecho desnudo , rodeada de un galeno y sus estudiantes, el que menos me manosea poniéndome sus manos sobre las mamas tratando de descubrir los tumores, mientras su mentor explica que no hay un solo tumor , si no cinco. Mi rostro se sentía caliente, estaba ruborizada con una expresión de no entender nada. Y al momento me pide que pase a la habitación contigua, Estoy parada tiritando no sé si de miedo o de frio, después de semejante masacre me duelen más mis mamas y demostrando los estudiantes poca práctica, estoy frente a aparatos enormes que toman radiografías, El que está a cargo me da señales de cambiar de posiciones. ¡Este día ha sido uno de los más largos de mi vida !y no termina todavía, pase a la habitación de al lado donde una camilla me esperaba para realizarme un Eco mamario, por mi juventud los exámenes se reducían, celebrando abiertamente que no me realicen una mamografía.
El galeno me explica que no me puede dar medicación para disolver los tumores y que me practicaria una operación. En ese momento me aterre dejándome caer sobre la silla.
Son la 13h00 y una enfermera me extiende una bata atrevida, pues la parte delantera se encuentra abierta exponiendo mi cuerpo y no me gusta, aparece nuevamente la enfermera como novata no puede ponerme la vía (muchos pinchazos de dolor en mi mano derecha), era la primera vez que me practicaban cirugía, me explicaron que lo harían con anestesia general, no entendía del todo hasta llegar en camilla a una habitación donde los reflectores en el techo no me dejaban abrir mis ojos, se sentían pesados pero pude observar una muchedumbre de galenos que no reconocía porque llevaban un traje especial, me estaban preguntando mi nombre y al llegar a la pregunta de dirección…..me apague..
Un ahogamiento en mi tráquea hace que trague saliva y un dolor excesivo en mi pecho hace que me despierte, no me acuerdo de nada y pido agua, aparece presurosa una enfermera me dice que no puedo tomar nada y que no es bueno hablar, me retuerzo en la camilla, con un poco de conciencia pregunto dónde estoy y una voz a lo lejos me dicen en una sala de recuperación. Salí con el alta, adolorida y con ganas de irme a descansar a casa.
Tocan la puerta de metal y los canes se alborotan a ladridos, mi tía sale a calmarlos y preguntan por mí, ¡eran mis amigas! que habían venido a visitarme, Carmen y Fernanda se sentaron en el pie de mi cama y con un hola caluroso me dieron alegría, les comente como había sido todo y con gestos de asombro y recelo me escuchaban atentas. Era la hora de mostrarles como había quedado mi mama derecha, despacio procedí a sacarme las vendas cuidando que no se salgan los drenajes, y Carmen la más avezada se convirtió en mi asistente mostrando buen funcionamiento de sus neuronas espejo frunció su ceño y apretó sus labios en señal de dolor.
Pasaron los días y el dolor desaparecía, en señal de que la vida continua con unas pequeñas cicatrices en mi mama derecha, que no significaban nada de lo que mi mente temía. llegue ha recibir el resultado de la biopsia y eran alentadores, el galeno me recibió tranquilo pues los tumores eran benignos. No había nada que impida mi graduación…..¡ estoy feliz me gradué!.