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Reto 20 – Se feliz

David se despertó a las 9:20 AM, lo primero que vio fue la poca luz que sus cortinas dejaban pasar. Se quedó en cama, pensando en el día anterior; había salido de paseo con Iveth, su novia. Fueron a un parque botánico, caminaron gran parte de la tarde viendo árboles, flores y plantas, casi al atardecer se encontraban acostados en el césped viendo el final del día.

David puso la mano en la cintura de Iveth.

—¿Qué haces? —dijo ella con una mirada sugerente.

—Nada —respondió él y empezó a recorrer su figura.

—Nada eh —lo miro a los ojos y después empezó a tocar su pecho.

—¿Qué haces? —dijo David casi riendo.

—Nada, pero… me gustaría hacer algo —ella sonrió, se puso de pie y corrió.

David la siguió. La gente se había marchado, pero ellos se quedaron unos minutos más en la oscuridad. Iveth se encontraba apoyada de espaldas en un árbol y con el dedo índice lo llamo, él se acercó y la beso, la tomo por la cadera, lentamente deslizo sus manos hacia abajo, provocando que ella enroscara su pierna derecha en él, suspiraba de placer, se dejaron llevar por el roce de sus cuerpos. Tal vez el peligro de estar en un lugar público los excitó.

Aun en cama, David le dedicó una última sonrisa a sus recuerdos y se levantó. Encontró unos cigarrillos sobre la mesa, encendió uno y se sentó, mientras fumaba sonó su teléfono.

—Hola.

—Señor David.

—Si.

—Soy el medico Carrillo. Lamento ser portador de malas noticias. En un principio creímos que el tumor en su cerebro se podía extraer, pero los últimos exámenes demuestran que el tumor es maligno e inoperable. Lo siento. Lo espero en mi consultorio lo más pronto posible, debe iniciar el tratamiento paliativo de inmediato.

David no dijo nada, solo colgó. Agacho la cabeza, cerró los ojos y puso la mano derecha sobre su nuca. Había tenido dolores de cabeza hace dos semanas, pero nunca pensó que el diagnostico fuera tan severo.

Se acostó en su cama y seguía con los ojos cerrados, como esperando que fuera un sueño. Empezó a pensarlo con más frialdad y se dijo así mismo:

—El mundo no notara cuando te hayas ido, no te necesitó ni tu a él.

—Iveth será feliz, es linda. Mientras más rápido te olvide será mejor para ella. Vamos David, tienes que ser fuerte por ella, debes aprovechar los días. Debes dejarla ir, demostrarle que estas bien, aunque no podrán cumplir sus metas tú le deseas lo mejor… lo mejor…

Entonces agarró el teléfono, marcó el número de Iveth y cuando ella contestó, David dijo:

—Ven pronto —con la voz ya quebrada.

 

David Choque Zabala

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romina
3 años desde

La idea es buena, pero falta aplicar loa prendido… conectar, usar las cámaras… y forma y fondo.