La noche reina y las estrellas iluminan la jacarandá con sus hermosos tonos morados, suena el sonido de las llaves, me imagino que ya llegaste entras apurado y te saludo
— Hola pa’ —te digo despreocupada.
— Hola hija; ahorita voy para allá —haces una pausa— Oye ¿Ya empezó el programa?
— No pa’, pero ya casi va a empezar —lo pienso un poco, pero te digo—Oye pa´ gracias por siempre cuidarme.
— No me lo tienes que agradecer es mi deber…
Te interrumpo y digo
— Aunque a veces eres un poquito gruñón —te digo a manera de broma.
— No, yo jamás soy gruñ….
— Nooo ¡Yo creo que si amor!
Me río un poco y comentas
— No soy enojón, ni gruñón, ni nada de eso —Y de castigo págame con 50 lagartijas jajaja.
— Huy no pa’… no puedo porque ya me acomode y no logro alcanzar a pararme —Te digo a manera de sarcasmo.
— ¿Ha siiii? Pues toma este golpe de karate jajajaja
— Ya cálmense los dos…. Ni se han dado cuenta que ya empezó el programa
Me volteas a ver y me dices entre susurros
— Esta loquilla tu mamá
— Lo sé jajaja
— Ya los escuche…. Van a ver
Dices a manera de que nada paso
— No se de que hablas yo sería incapaz —a manera de ofendido
Nos reímos un poco y vemos el programa.
Fátima CS
Vuelve a leer el reto y ver el vivo en relación a diálogos.