Reto 18. Las Plumas

La tarde era perfecta a fuera la lluvia caía con fuerza, el café estaba caliente, con un sabor dulce. Mi padre me observaba con una mirada de nostalgia y preocupación.

— ¿Sabes que te amo verdad?

—  Claro eres mi hija, yo también te amo.

—Solo quería recordártelo —Mi voz se tornaba temblorosa—. No soportaría que lo olvides.

—Siempre lo recuerdo, jamás lo olvidaría —Sonreía tranquilamente—. Pero que es lo que deseas decirme en realidad.

—  Aparte de estudiar Arquitectura deseo escribir, tal vez algún día pueda llegar a ser una escritora y arquitecta.

En su rostro se dibujaron líneas de decepción, no dijo nada, agarro las llaves de auto y se marchó bajo la lluvia. No debí haberle confesado lo que deseaba. Cuando entro por la puerta, mis piernas temblaban.

—  Puedes servir una taza de café —Su semblante era diferente.

—  ¿Estas enfadado conmigo?

Debería estarlo, pero no por qué quieres ser escritora, sino porque tenías miedo de contármelo.

—  Hemos invertido tanto en mi carrera —Dije, con un tonó de preocupación.

—  Tienes razón, pero tampoco estás pensando en dejarla —dijo, mientras bebía un sorbo de su café—. ¿Verdad?

—  ¡Claro que no! Ambas son mis pasiones estoy segura de que puedo realizar ambas —Una sonrisa se dibujó en mis labios.

Sacó un par de plumas de su bolsillo.

—  Espero tener la vida suficiente para verte cumplir tus sueños, que la tinta de esas plumas no sean suficientes para todas las palabras que deseas escribir.

—  Gracias, te amo —Las lágrimas recorrían mis mejillas.

—  Con gusto, también te amo.

Jenn Rojas.