Estaba paralizada a unos metros de aquellos dos amantes. La realidad parecía tan lejana. Mis sueños de un amor efímero se iban junto con aquella mujer. Sus labios tocaban los de otra. Su sonrisa tan espontáneo. Se despedían. Algo dentro de mí se quebraba con la rapidez de mis lágrimas. El alma me suplicaba correr y huir de ahí. Para siempre. La mente me retaba a enfrentarlo. Me vio. Sus ojos se abrieron de par en par. Retrocedí lento. A punto de salir disparada. Antes de dar otro paso más. Ya estaba frente a mí. El impulso de una cachetada salió con todo el dolor que estaba invadiéndome. Su enojo no tardo en asomarse. Estás loca! me dijo. No encontraba ni una pizca de arrepentimiento en sus ojos. Mostraba una seguridad y despreocupación increíble. Quedé en silencio. Me abrazó como a una oveja herida. Reaccioné igual que fiera con años de rencor y rabia. Un codazo a sus brazos. Y otra cachetada, esta vez más fuerte. Proferí un sin fin de palabras y me alejé. Él se quedó quieto. Incrédulo. Los recuerdos en mi mente pasaban como una cinta de película. Buscaba explicaciones en cada rincón. Se asomaban mis celos excesivos, las noches en que le robé el sueño haciendo dramas, los días donde me ganaba la alegría o la tristeza. Sabía que esto también era mi responsabilidad. Llegué a casa y un mensaje me dejo pendiendo de un hilo. Era su madre. Indicando una dirección. Cogí mi bolso e hice parar el primer taxi que pasaba. Los latidos parecían romper mis costillas. Las manos que antes tocaron sus mejillas temblaban de miedo.
RETO #17 NARRACIONES – EL INICIO DE UN ABISMO

Muy bien la narración, ahora a corregir, en especial la acentuación.
Gracias por tus aportes Romi… Realmente tengo que trabajar mucho en la corrección.
Un relato corto que despierta la sensacion de quere saber mas de la historia
Gracais por leerme Minerva 🤗🤗 eso me ayuda más a persistir en el taller