Celos
El día estaba soleado, buscaba sombra mientras esperaba el bus. La mayoría de estudiante ya había salido. En ese momento veo a Stefany, alcanzo a verme y se dirigió a mí. Fue directa. Preguntó porque me burle de ella cuando pasaba por el pasillo y el motivo de la salida con su ex. Al parecer, mal interpretaba las cosas. “No era para ti, lo siento” se lo dije ignorando lo de su ex. Su rostro cambio, no era lo que quería escuchar. Mi colectivo llegó y decidí continuar “¡maldita mentirosa, las amigas no hacen eso”. Me detuve. Regrese donde ella.
Le pedí, que lo repitiera. Mi rostro había cambiado y fingía sonrisa. Lo hizo, pero se aseguró, que todos la escucharan. Respiré. ¿Por qué lo haces? ¿Esto es, por lo que viste o por la salida? ¿No crees que te estas pasando? “Deja de hacer el ridículo, debería darte un poquito de vergüenza, que andes haciendo estas escenas”. Se lo traté de decir sutilmente, para no caer en su juego. Se enfureció.
No se quedó callada. “¡no te basto con quitármelo!”. Eché unas carcajadas. “no te eh quitado nada”. Lo que sospechaba, el reclamó era por su ex, me dejo de hablar cuando escucho rumores falsos. Tenía que dejar claro las cosas con ella, no era el momento, ni el lugar, pero no tuve más opciones. Exhale (por segunda vez). Comencé a contarle lo que realmente había pasado. Y unas verdades que no fueron ni tan hiriente, ni tan agradable.
Cuando terminé. Su mano estaba haciendo puño. No le agradó lo que le dije, como a mí tampoco. No me creyó. Soltó la mano, jaloneó mi blusa, la empujé, se levantó queria bofetearme no la dejé. ¡estaba sorprendida! Hasta donde quería llegar por un hombre, creer en los malentendidos y olvidarse de nuestra amistad. Unos compañeros la agarraron. Gritaba que la soltaran. La mire. Le pedí que se calmará, pero era inútil. El siguiente colectivo llegó. ¡roba novio ¡No se te ocurra subir, maldita! Me gritaba. La ignoré y subí, para que el problema no continuara. Intento subir, pero no la dejaron. El señor arrancó. Desde la ventana observaba su aspecto lleno de ira, me insultaba, me maldecía. ¡Aún no termina! Señalándome con el dedo. Era lógico esa discusión seguiría.
A que mala experiencia, lo siento por lo que pasaste. Aveces las personas se confunden. Y los celos es veneno puro, cuidado amiga. Saludos!
Bien la narración, nos falta corrección ortográfica.