La Apuesta del primer beso
En mis años de secundaria yo tenía un novio que se llamaba Martín, íbamos en el mismo salón, era el primero, por lo mismo nunca nos habíamos besado.
Un día en clase de deportes, en el momento libre él y yo nos pusimos a platicar, me preguntó porque nunca le había dado un beso, me reí y conteste que si le daba esa muestra de cariño cuando nos saludábamos o al despedirnos, eso no contaba quiso un beso mío, a lo que le dije que no.
Mientras Karla iba pasando alcanzó a escuchar la plática volteo toda sorprendida y nos preguntó ¿Cómo es que ya 3 años y ni un beso?, Muy seria me pare y conteste que no era todavía el momento; ¡Pues hagan el momento hoy!, ¡De una vez háganlo¡, parecía obligación, tenía que hacerlo si o si, eso hizo que me enojara más y dije ¡No!, tome mi chamarra y me fuí.
Martin corrió para alcanzarme seguido de Karla, al ver eso ya no me pensaba quedar en el patio, faltaban 10 minutos y la clase acababa, tenía pensado irme al salón, en cambio mejor me fui al baño, él no podría pasar, nunca creí que Karla me buscara y me dijera, me exigiera el beso, era inaudito, una ofensa estarme obligando, me sorprendió mucho cuando dijo él quiere el beso, debes cumplir.
Salí muy molesta del baño directo al salón, iba a reclamarle que no me obligará a hacer eso sí no quería y a darle una buena cachetada, nunca imaginé encontrar a todo el grupo ya en el salón, lo curioso fue ver a todos en círculo y Martín al centro, todos al verme entrar se pusieron a gritar ¡Beso! ¡Beso!, Me empujaron, quedé enfrente a Martín y no perdió ni un momento, automáticamente me besó.
Ahí estaba yo recibiendo mi primer beso, de lengua y todo, sin saber cómo darlo, nerviosa y llorando por la humillación, sintiendo algo muy húmedo, pasaba su lengua por toda mi boca, hasta mi campañilla tocaba, me obligaba a seguirle el beso pero no podía, ni siquiera reaccionaba, terminó por apretar los dientes y no dejar que continuará, aunque siguió insistiendo, todo era muy desagradable e incómodo que sucediera enfrente de todos, después de unos segundos nos separamos y automáticamente le di la cachetada y le grité ¡En tu vida me vuelves a obligar a algo que no quiero hacer, esto se acabo, terminamos, si permito algo así, lo seguiras haciendo!, al decir eso todos se empezaron a reír y Raúl que estaba del lado derecho me dijo”Ni aguantas nada, pero gracias gane la apuesta” y siguió riendo.
No lo pude creer, era imposible, esto una apuesta, lo planearon todo, volví a llorar, no me importo si me veían o no, los empecé a odiar y me dije a mi misma, ¡Se acabo la niñita tierna, me las van a pagar; no sabía cómo pero me iba a cobrar está y cada una de las cosas que me habían hecho, iba a hacer algo, ellos sufrirían por todo lo que me hicieron.
Lore =)
Bien la narración y gancho narrativo. Nos falta trabajo en la corrección, en buscar conectar.