Aquel día fui a recogerla del trabajo y mientras estaba afuera veía a una hermosa chica de pie buscando un taxi. Cuando me volteé para ver si mi novia había salido, la vi a lado mío, asesinándome con la mirada. —Eres un idiota. —dijo y después se fue. Yo fui tras ella tratando de explicarle que no significaba nada para mí. —Vete con ella David, debo ir a casa.
Cuando la alcance, sujeté sus dos brazos y me di cuenta que estaba llorando.
—Cariño entiende, solo fue físico, no hubo nada sentimental. —dije, esperando que mis palabras la calmaran.
—¡Eres un idiota David! —dijo ella y después liberándose de mis manos me dio una bofetada—. Confié en ti.
Había pocas personas en la calle y algunas nos observaban, yo me limite a bajar la cabeza y esperar el siguiente grito o golpe.
—¿No vas decir nada? —dijo e hizo silencio unos segundos esperando mi respuesta.
—Creo que tienes razón. —dije cabizbajo aun—. Siempre encuentro la forma de arruinarlo todo, lo siento. Solo quiero que sepas que te quiero de verdad. Adiós. —me di la vuelta y pensaba marcharme cuando ella me agarro.
—Espera… David… sé que tenemos problemas, pero no quiero perderte. Te quiero.
Después yo la abrace, ella me abrazo y la gente nos observó. Éramos jóvenes y teníamos algo especial o eso pensé hasta que me enteré unos días después que ella me engañaba.
David Choque Zabala
Recuerda que estamos viendo narración, no diálogos en este ejercicio.
Fue un final inesperado, totalmente jaja Pero creo que hubo fluidez en los diálogos. Gracias por compartirlo.