Es domingo por la tarde y el sol está que arde. Las olas de la playa humedecen mi rostro, y el calor del agua hace que el calor se intensifique. Me encanta esa sensación, me siento muy de cerca de la naturaleza, aunque este sol no le favorezca a mi piel morena, estoy sentada en una de las famosas sillas playeras para solearte, pero con una sombrilla de múltiples colores, un pequeña mesita, para poner mi trago de wiski. Es el cumpleaños de Rodrigo, un amigo de la universidad (y mi amor platónico), sus padres tienen una casa frente a una de las mejores playas de mi país. Aunque la casa está frente a la playa, nosotros optamos por poner una carpa más cerca de la playa. Este lado de la playa es privado.
Me quedo unos minutos largos viendo a Rodrigo platicar con Miguel cerca de la carpa. Rodrigo es tan varonil. Su piel mestiza, con hombros anchos, y su abdomen de atleta, tiene la sonrisa más contagiosa y jovial que jamás había visto. Suspiro unos minutos por él. Desde el primer semestre en la universidad, he estado enamorada como una loca de ese hombre.
Luego de unos minutos, Rodrigo se acerca a mí, para que entre con él a la playa, asiento nerviosa. Me quito el vestido blanco de tiros que llevo puesto, quedándome solo con mí traje de baño blanco de dos piezas, Rodrigo se quita su camisa blanca quedándose solo con unos boxes blancos. Trago en seco al ver el panorama más sexy que haya visto.
Caminamos hasta la playa, siento la arena caliente en mis pies descalzos. Aunque está muy caliente, me encanta la sensación. Entramos al agua mojando nuestros cuerpos, desde que estamos adentro, una ola nos arropa. Rodrigo sonríe con toda naturalidad, viéndome como me caigo por el golpe de la ola, y empiezo a jugar con el agua como una niña. El agua está caliente, pero cuando me hundo, la siento fresca. Me suelto la coleta para mojar mis rizos. Empiezo a jugar con Rodrigo mojando su rostro, el hace lo mismo. Nos reímos a carcajadas por unos largos minutos.
Siento su mano derecha agarrarme por la cintura, cada vello de mi cuero se eriza. Me acerca más a él quitándome el pelo mojado de mi rostro. Sus ojos grises me miran fijamente. Le pregunto ¿qué pasa? Tocando su rostro. Sonríe nuevamente, cierra sus ojos y lleva mis manos a sus labios. Su respiración de acelera, siento su mano temblar en mi cintura. Su reacción hace que todo mi cuerpo se paralice. ¿Qué está pasando?
Mira al grupo de nuestros amigos buscando la mirada Miguel, ellos estaban hablando. Están todos conversando y disfrutando de la fiesta, sin darse cuenta de lo que está entre Rodrigo y yo. Miguel es el único que está mirando la escena sonriendo. Cuando se da cuenta que lo estoy mirando, sonríe con mucha naturalidad, subiendo su vaso para brindar.
Siento la mano de Rodrigo en mi mentón para que lo mire a los ojos. Empieza a decirme cosas que nunca imagine que escucharía de sus labios. < Te he querido desde la universidad, siempre he pensado que eres una mujer maravillosa, nunca me había acercado a ti como hombre porque no sabía cómo hacerlo. Pero ya no puedo más, ¿Quieres ser mi novia?> sus palabras y esa pregunta que tanto soñé escuchar de sus labios, resuena una y otra vez en mis oídos. Empiezo a respirar forzosamente.
Rodrigo me mira asustado, baja la cabeza, y luego sonríe. Le respondo con voz firme. Diciéndole que yo también lo quiero, y que me encantaría ser su novia.
El rostro de Rodrigo se llena de felicidad. Sonríe a carcajadas abrazándome y brincándome en el agua. A mí no me cabe el corazón en el pecho de lo feliz que me siento. Nos quedamos inmóvil unos minutos mirándonos profundamente. Toca mi rostro llevando su mano derecha hasta mi nuca, acercando mi rostro al suyo para besarme. Sus labios saben al agua salada de la playa, su lengua al wiski que nos estamos bebiendo. Toco su rostro intensificando el beso que tanto soñé que me diera, en este momento es que me doy cuenta que no estoy soñando, y si lo estuviera, tampoco quisiera despertar.
Céntrate en un instante. la narración está bien, pero para hacer una descripción necesitas elegir un solo instante, quizá el momento del beso, ya en el agua, todo lo demás nos sobra. Toma la fotografía de ese momento.