27 de agosto hoy es mi cumpleaños, jamás es un buen día siempre algo malo sucede, no lo celebro, a excepción de que mi madre acostumbra comprar un queque y cantar cumpleaños.
Hoy no es un día diferente, estoy en la oficina, texteo la respuesta a un correo, por la ventana se mira la claridad del sol, de pronto alguien abre la puerta y entra enseguida, dejo lo que hago y alzo la vista es Javier mi mejor amigo de la universidad, está de pie en frente de mi escritorio, con una camisa de vestir estampada a cuadros, peinado y huele a perfume, sus ojos achinados de la sonrisa tan amplia que deja mostrar sus dientes blancos, tiene ambas manos en frente de él a la altura de su pecho, en una sostiene un ramo de rosas azules y en la otra un pequeño pastel.
—Feliz cumpleaños mi amor —me dice alegre.
Me quedo unos instantes procesando lo que sucede, no lo puedo creer, ¿es para mí? me pongo de pie, doy la vuelta al escritorio y sin decir palabra por la conmoción tomo con mis manos el ramo de rosas como si fuese un bebé recién nacido, lo observo es un arreglo hermoso, envuelto en papel creepe celeste con azul, 4 rosas azul encendido, decorado con pequeñas flores blancas. Vuelvo a ver a Javier, sigue con su sonrisa, mis ojos se llenan de lágrimas y se deslizan a mis mejillas, abro grandes los ojos intentando pararlas.
—Pero no llore —me dice mientras me acerca a él y me abraza.
—Si me abraza lloró más rápido —le respondo, mientras le devuelvo el gesto con una mano
—Feliz cumpleaños mi amor ¿estás feliz? —me pregunta.
—Claro que sí, ya me hizo llorar y todo — respondo mientras me limpio un poco la cara.
No lo puedo evitar, es la primera vez que me regalan rosas, siempre lo había deseado, jamás lo espere, anhele tanto el día que alguien me regalara aunque fuese una, y ahora tengo un ramo, en mi cumpleaños, no olvidaré esta sorpresa.
—Gracias Javi.
Tu texto comienza en alzo la vista, lo anterior sobra para el PG solicitado. Muy bien.