Llevo una hora esperando en el mismo lugar. Estoy recargado en el barandal de este pequeño puente de madera con mi mochila en el suelo y mi vista perdida en el panorama frente a mí. Siempre me ha gustado este lugar del parque, y a esta hora la luz es perfecta pues cae de manera perpendicular, atravesando las ramas de los arboles y revelando toda clase de matices en el césped. El sonido del riachuelo tiene un efecto relajante al recorrer su camino y alejarse entre las piedras y la distancia. Los arboles al costado pintan un marco exquisito con sus troncos pálidos y su follaje que provee de un techo y sombra frescos para la mañana. Sin duda este es el mejor momento para estar aquí, por eso lo elegí, pues es uno de mis sitios favoritos, puedo considerarlo una postal perdida en medio de la ciudad.
Estoy impaciente, con el regalo en mi bolsillo y la música sonando en mi celular a todo volumen. Estoy impaciente porque llegue y poder decir las palabras correctas, tengo una idea burda, pero el ansia me gana y por eso prefiero ver el paisaje. Miro el paisaje y volteo al estacionamiento en el que termina el puente en el que estoy, eso casi imposible que ignore cuando llegue y ¡ahí está! ¡ese es su carro!
Se está estacionando, oh cielos, oh cielos ¡oh cielos! Rápido, debo regresar la canción a su inicio. Aquí viene, está hermosa. Su cabello aun está húmedo y de solo verlo puedo sentir su olor fresco. Los rayos de luz que se asoma entre los arboles acaricia su piel tal suavidad que resalta su belleza y opaca cualquier escenario. Puedo escuchar sus pasos en la madera, cada vez más cerca, robándome el aliento y arrebatándome la sonrisa. No puedo verme, pero siento como la mirada se me pierde entre sus ojos y estoy convencido que su silueta me cautiva en cada paso. Las ideas se me van y al mismo tiempo estoy más inspirado que nunca. Sujeto con fuerza el collar que compre para ti y permanece oculto en mi bolcillo. Lo revelaré en el momento preciso, pues hoy es el gran día, hoy te pediré formalmente que me des el gran privilegio de comenzar una relación contigo, de estar a tu lado como antesala a un futuro juntos. Hoy es el gran día.
Bien escrito. En el vivo vimos la diferencia entre narración y descripción.