LO MEJOR DE MI SEMANA
(PRIMERA PERSONA)
El sonido de la entrada triunfal del mítico personaje de la lucha libre estadounidense, Undertaker, sonó en mi celular. Sin duda, esa música misteriosa y enigmática que había escogido como tono para mi celular, contrastaba con la emoción que me generaba la persona que estaba al otro lado de la línea. ¡Era mi hermana! Su llamada provocó que todas mis actividades mentales se detuvieran en ese momento. ¡Y claro que valía la pena! Ese pedido de insumos o el correo para aclarar una factura, podrían esperar con tal de respirar un poco, tomar asiento y charlar con la persona que me cobijó de pequeño ante la ausencia de mamá.
Y ahí estuvimos por algunas horas pegados en el teléfono, riendo con los recuerdos de los globos de agua que solíamos echarnos de niños, o con esa emoción y suspenso de hallar a nuestros amigos en el juego de las escondidillas o la forma en que mi imaginación volaba cuando ella me contaba cuentos por las noches antes de dormir.
Sin duda, en estos tiempos de cuarentena, escuchar a mi hermana, hace tres días, fue lo mejor que me pasó.
LO PEOR DE MI SEMANA
(TERCERA PERSONA)
Manuel se lleva las manos a su cabello en un gesto de preocupación y asombro. Lo que ve en la pantalla de su computadora no le agrada. Su rostro, otrora alegre y jovial, ahora refleja la seriedad y la concentración de hacer cálculos matemáticos esperando que los números en el balance semanal sean incorrectos. Hace sumas, restas, multiplica, divide; revisa las entradas, las salidas, los inventarios. Pero no. No hay nada anormal. Los números no mienten. La balanza se inclina hacia el lado negativo. Se levanta de su escritorio y va por un vaso de agua. Regresa y vuelve a observar su computadora. Ya no tiene dudas: las ventas en esa semana bajaron casi en un treinta por ciento. La contingencia le ha afectado considerablemente.
LO QUE ESPERO
(SEGUNDA PERSONA)
Katia:
Me pregunto qué estarás haciendo en esta noche en que mi computadora me mira fijamente esperando la danza de mis dedos con su teclado. Está impaciente y yo pensativo. Evito su mirada clavando la vista en el vaso de agua que está al lado y te imagino sentada aquí, al lado mío, escuchando lo que deseo profundamente para la siguiente semana.
En verdad, estos días de los retos han sido agotadores. ¿Lo has sentido? Las últimas horas de la luna y las primeras del sol son testigos fieles del esfuerzo y el empeño que pongo para que cada línea escrita cumpla su función. He puesto lo mejor de mí en cada uno de los textos y sé que aún me falta mucho por mejorar.
La batalla entre trabajo y tiempo son crueles. Desgasta. Cansa. Pero el hecho de escribir me da mucha tranquilidad y satisfacción. Y eso me motiva. No me rinde. No me vence. Sigo de pie dando la batalla cada vez que escribo los textos porque sé lo que me gusta y a dónde quiero llegar. Espero que en las siguientes semanas mis retos sean mejores, lleguen al lector y cumplan el propósito para las que serán creadas. Seguiré esforzándome más.
Nunca te rindas.
Alkysirez.
Que bonitos textos, me gustó cómo describes tu pasión por la lectura, ya quisiera escribir como tú, eso de conectar me falla mucho, pero me identifique con lo que dices de dar lo mejor.
Hola Lorelupin.
Gracias por dedicarle unos minutos de tu tiempo a mi texto. Te lo agradezco muchísimo.
Y no. No trates de escribir como yo, sino todo lo contrario: ¡Debes escribir MUCHO MEJOR que yo. Estoy seguro de que poco a poco lo irás logrando. No te desanimes. Tienes una buena pluma en tus manos. Dale tiempo al tiempo.
Si en algo puedo ayudarte, cuenta conmigo.
¡Ánimo!
Muy bien llevado el reto.
Se lee la pasión de tu lectura, no dejes de escribir
Gracias Paty.
Alkysirez, ¡gracias por tus palabras! Te entiendo completamente, el trabajo, el tiempo, los escritos, tratar de transmitir correctamente ¡es difícil!, pero no imposible. Me gustaron mucho tus tres descripciones en diferente persona gramatical. Definitivamente siempre que encuentro un texto tuyo, sé que no me decepcionarás. ¡Saludos!
Gracias por seguirme leyendo Katia. No sé cómo agradecerte.
Tu también escribes muy bonito. Felicidades por no desanimarte y seguir adelante.
Te mando un abrazo.
la mejor manera de desahogar las frustraciones es escribiendo y leyendo me gusta mucho lo que trasmites y se que a la mayoría les pasa no dejes de escribir a muchos nos alienta el leer. ya que por medio de esas palabras nos dan motivación para avanzar. y seguir adelante.