Destinatario relato en segunda persona: Adri Flores
Primera persona:
Quedar entre los destacados me tomó de sorpresa, de hecho, no pude evitar sonreír cuando me enteré, sin duda lo mejor de la semana. Me encontraba en el ordenador divagando en redes sociales y mis documentos de trabajo cuando decidí echar un vistazo al portal CCS Escritores para ver si había alguna novedad y leer un poco a mis compañeros, al entrar me llevé la bonita impresión de verme ahí entre los destacados. Me llené de gozo, me levanté y caminé un poco como para disimular la contentera, agradecí e hice un pacto conmigo mismo de seguir adelante siempre, consciente de que era un pequeño logro, pero significativo.
En definitiva, representó una fuente de motivación extra para continuar forjando este camino de letras, pero tengo claro de que debo esforzarme aún más para seguir entrando en esa categoría.
Me alegra mucho ver mi crecimiento logrado hasta el momento (aún me falta mucho), aunque el camino se empiece a trazar, requiere de mucha humildad y disciplina para consolidarlo.
Tercera persona:
El lunes Fabio se sentía indispuesto, desde el momento en que el sol dibujó la claridad en su cuarto sintió malestar, no tenía ganas de empezar el día, deseaba oscuridad y no luz. No quiso levantarse de inmediato como solía hacerlo, prefirió quedarse en cama escarbando entre sus pensamientos para descubrir aquello que lo aquejaba, pero no encontró respuesta, sólo consiguió perpetuar su angustia.
Quiso convencerse de que estaba bien y que sólo era un capricho no concedido de sus sentimientos, pero no podía quitarse esa sensación de agobio, tenía un dolor intenso en la boca del estómago, sus manos estaban frías y su cabeza era un torbellino. “Maldición” pensó, y con eso supo que el día le caía encima, y en efecto así fue porque cuando intentó poner sus pies descalzos sobre el helado piso sintió miedo, era un temor irracional que lo inhibía, que lo obligaba a permanecer en cama.
Fue un día menos para él, permaneció gran parte de la mañana en cama y sólo se “repuso” para alimentarse, la tarde fue similar y la noche trajo consigo una pizca de alivio que no fue suficiente para recuperar el día que estaba ya en su inevitable agonía.
Había sido sin duda lo peor de su semana.
Segunda persona:
Hola Adri, he leído tus textos y me pareces una persona muy creativa y sensible, tienes mucho talento.
Quiero compartirte mi deseo para la semana entrante.
Es difícil permanecer tanto tiempo en confinamiento, sé que lo has experimentado al igual que yo, lo reconozco por tus escritos. Los días se vuelven pesados, pareciera que todo es más calamado, pero sigue esa terrible sensación de soledad vagando por los pasillos, te levantas un día con el júbilo de un niño y otro con la deseperanza postrada en tus ojos. En otras ocasiones sientes que la monotonía te aplasta, en fin, el aislamiento ha representado todo un reto para la vida en si.
En mi país se han aligerado un poco las tensiones, puesto que el gobierno ha actuado de forma responsable y atenta con sus ciudadanos, era común los primeros días de “encierro” observar a la gente comprando compulsivamente (más que de costumbre) con una actitud egoísta y despreciable. Pero hoy te cuento con alegría que eso ha disminuido de manera considerable, la siguiente semana es muy importante porque entramos a un nuevo mes, si todo sigue marchando según lo previsto habremos tomada ventaja del virus y eso es precisamente lo que deseo, no sólo por mi país, sino por el mundo. Quiero que sea una semana de esperanza, que se reaviven las fuerzas de aquellos que luchan por la vida en una cama, que hayan menos infectados y que podamos senitrnos más seguros de que vamos a salir pronto de esta crisis.
De corazón anhelo que la próxima semana empecemos a ver un poco de claridad dentro de este agujero en el que estamos sumergidos desde ya hace bastante tiempo.
Un abrazo.
Fabio
bien el uso de personas gramaticales, ahora, perseguir la emoción.