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RETO 14: Llamada telefónica, retorno de un triste recuerdo, anhelo profundo.

LO MEJOR DE MI SEMANA (en primera persona)

Ring, ring, sonó el teléfono, mientras daba el último sorbo a la taza de té, presurosa desalojé la silla y me dirigí al teléfono, levanté la bocina e intrigada exclamé: “¿hola?”, de pronto, oí una respuesta emocionada y familiar: “feliz día madrecita”; era papá saludándome en el día de mi cumpleaños, era él con su amor cálido.

Mi corazón empezó a saltar y al instante, una sonrisa se dibujó en mi rostro, las aves por la ventana parecían bailar, la sala alumbrarse con su voz; fué inevitable estallar de felicidad, pues el ritmo de su trabajo y la distancia nos dificultaban tener una constante comunicación.

Él continuó con sus palabras, cual dulce recital en mis oídos, sus deseos para mi vida, el recordarme que soy su orgullo y alegría, me estremecieron por completo. Pasaron los minutos entre risas, tanto que compartíamos nuestros días.

Al despedirse, prometió visitarme cuando la coyuntura mundial pasara, y yo, le prometí esperar pacientemente, entretanto le enviaba besos.

Al terminar la llamada, quedé con ese sabor a dulzura, era papá, era mi amor. Me sentí como niña otra vez, su encanto en su expresar consiguieron ser abrazo en nuestra lejanía.

Atte. Margarita

 

LO PEOR DE MI SEMANA (en tercera persona)

Margarita estaba sollozando sobre su cama, mientras sus ojos se perdían en el color del techo, techo que parecía girar lentamente en círculo.

Era una de esas noches en que aquel doloroso recuerdo la visitaba, una de esas noches en donde a escondidas de los demás, luchaba musitando miles de “por qués”.

En el piso, pedazos de algunos papeles con tinta, tinta que habían grabado su risa, junto al hombre que tanto amó y se alejó, momentos en su cabeza sin sentido para una remembranza más.

Su voz interna empezó a gritar: “Vete, vete de mi mente, de mi vida, ya no interrumpas otra vez, con viejas e ilusorias promesas”, y entre lágrimas y sombras su vista se empañó; “Vete, vete con tu pelo lacio y tu juego de niños, vete, vete por favor” una vez más se oyó desde lo hondo de su ser. Como fieles amigos, la abordó un triste suspiro y una fuente de cansancio;  y entre el frío de la noche se abandonó en los brazos de un profundo sueño, para no pensar más en él.

Atte. Margarita

 

LO QUE ESPERO DE LA SIGUIENTE SEMANA (en segunda persona)

Estimado Emma70049,

Te he sentido más de una vez a través de tus letras, tu sensibilidad, tu fe y la confianza que me transmites, me permiten confesarte mi anhelo desde hace un tiempo atrás.

No imaginas cuanta tristeza aprieta mi corazón, al ver en las noticias a muchas personas perder abuelos, padres, hermanos, esposos e hijos; saber que ellos cargan con un profundo dolor causado por este virus, mientras sus necesidades básicas poco a poco acrecientan, me aquejan.

Desde mi habitación, antes de cerrar los ojos, le pido a Dios el cambio que necesitamos para esta difícil situación, anhelo con todo mi ser, que la siguiente semana pueda oír a través de la televisión que los científicos obtuvieron la vacuna contra el coronavirus.

Sigo esperando con esperanza su pronta ayuda, para que volvamos al trabajo, para que no haya más pérdidas humanas y tengamos de cerca a los que no podemos disfrutar.

Desde mi escritorio, en compañía de una luz tenue, te agradezco por tu considerada atención al leer mi misiva, al atesorar mi gran deseo.

Te envío un fuerte abrazo en la distancia, deseándote ánimo en medio de esta coyuntura mundial.

Atte. Margarita

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romina
2 años desde

Muy buen trabajo.