LO MEJOR DE MI SEMANA (Primera persona):
Los rayos del sol entran por mi ventana, proporcionándome luz y calor. Me despierto, dichosa al saber que hoy es uno de los días que tanto me encantan, aquellos donde no hacen falta más que el sol y un gallo cantor para darle la bienvenida a una nueva mañana. Me cambio de ropa, mientras repaso mentalmente todas las bendiciones que recibí la última semana: mi prima cumplió años y tuvimos que decorar toda la casa para celebrar. A ella le encantó el gesto y a nosotros nos encantó, a la vez, tener que dejar la cutre rutina de cuarentena y ponernos guapas para la fiesta. Asimismo, me enteré que gané unas clases gratuitas de guitarra ¡de la mano de un gran concertista de guitarra! Es maravilloso, creo que en cualquier otra circunstancia no habría tenido tanto tiempo para vivir lo que estoy viviendo, la universidad me exprimiría, pero gracias a la cuarentena puedo darme tiempo para mí, pienso mientras termino de alistarme. Me peino el cabello y abro la puerta hacia el día de grandes oportunidades que me espera.
LO PEOR DE MI SEMANA (Tercera persona):
Ruth se acuesta en la cama fría para, irónicamente, proporcionarle calor. El invierno está llegando y, junto con él, sus temores. No le gusta el frío, mucho menos cuando viene acompañado de lluvias y cuando puede acrecentar la taza de contagiados de una reciente pandemia mundial. Se envuelve en las sábanas y hace una oración silenciosa, en ella pide por sus familiares enfermos de Coronavirus para que Dios tenga compasión de ellos y los sane. También pide que Dios le ayude a tener más fuerza de voluntad para levantarse temprano, está atrasada con algunas tareas importantes y no desea desaprobar. Recostada sobre su almohada pide por su padre, quien se encuentra solo en la cuarentena, quien vive rodeado de personas contagiadas, quien se encuentra demasiado lejos de ella como para poder darle un tierno abrazo. Ora para que la taza de contagio se reduzca pronto. Ora por su libertad y con ese último pensamiento, su consciencia se adormece en la cama. Cierra lo ojos y es transportada al mundo de los que sueñan, un lugar donde no está encerrada, donde puede correr libremente por el campo, donde puede estar con aquellos que extraña, donde puede ser relativamente feliz.
LO QUE ESPERO DE LA PRÓXIMA SEMANA (Segunda persona):
Para : Anamica.white
Espero que estés pasándolo bien. Te visualizo en mi mente como una persona corriendo, llena de toda la felicidad y los bríos de una persona sana, seguro es así. Estas semanas no han estado nada mal, ¿no crees? Somos personas optimistas, así que, como yo, esperas que lo mejor esté por venir. Probablemente te imaginas despertando por las mañanas y oyendo en la televisión, con una sonrisa amplia y saludable, que la taza de contagios se está reduciendo gradualmente. ¡Qué genial! ¿no? Creo que es algo que todos deseamos, así como el bienestar y la sanidad de familiares y conocidos. Sí, es todo un escenario bello y prometedor, así que debes mantenerte saludable para ver ese momento, el amanecer de una nueva etapa en la vida.
Con frío,
Ruth