PRIMERA PERSONA- Lo mejor de la semana
El tráfico es un horror, pero al final, logro conseguir un lugar en el último autobús de regreso. El viento en la noche es refrescante, disfruto que me acaricie el rostro. Me acomodo junto a la ventana y cierro los ojos y dejo atrás todas las preocupaciones. El conductor anuncia que hemos llegado al pueblo y preparo mi pequeña maleta para bajar.
Camino un par de cuadras y en la esquina, antes de llegar a casa, me encuentro con la señora del pan. Siempre es un placer encontrarla, los puerquitos de piloncillo que prepara, son los más ricos. Compro algunos para acompañar el café de mañana. A mi papá también le fascinan.
Al girar las llaves de la puerta principal, una manada en miniatura, sale corriendo a recibirme. ¡Son mis mascotas! Se abalanzan sobre mí a darme lametones, mi pequeño Hachi, incluso salta alrededor. “¡He llegado!”. Un niño con una vocecita chillona, sale a mi encuentro. Estar en casa, siempre es lo mejor de la semana.
TERCERA PERSONA- Lo peor de la semana
No ha sido una gran semana. El dolor en el cuello la molesta de nuevo. Es el estrés que se ha acumulado sobre ella, por el trabajo. Eso incluye la carga extra, porque su jefe no es capaz de conseguir un par de documentos, y ella debe hacerse cargo. Se esfuerza demasiado, tiene lo que siempre ha querido, pero el miedo de no poder con la responsabilidad que implica, la consume, teme colapsar.
Las personas a su alrededor no logran comprender, que, en ocasiones, no es posible tener una maldita sonrisa en la cara todo el día. Que ganas tiene de mandar todo al infierno. A veces, todo es excesivo.
SEGUNDA PERSONA- Lo que espero
Querida Mara (mara.gonzalez2711),
Me he sentido identificada con tu forma de sentir a través de tus escritos. Percibo en ti una voluntad inquebrantable y quiero contagiarme de ella, para afrontar el encierro. Espero que pronto se calme la tormenta por la que estamos pasando, que se controle esta horrible pandemia, para que todo vuelva a la normalidad poco a poco; sin olvidar; y esto es algo que aprendí de ti, a decir, un millón de te quieros, a nuestros seres queridos.
Me gustaría saber si existe alguna fórmula, un método de no dejar ir la bueno, ¿alguna vez te lo has preguntado? Tengo fe, de que la siguiente semana, todo mejore, que nos den una noticia positiva, de verdad espero que eso ocurra y así poder lidiar con esta situación, con mente positiva y esa solidaridad que está naciendo en el mundo. Pero lo que de verdad espero, es poder dar un abrazo nuevamente.
Karen Salas
Muy bien las personas gramaticales. AL segundo nos falta darle más fuerza a la conexión. Primero y tercero muy bien.
¡Hola Karen!
Me hiciste la semana. Gracias por leerme, me alegra que te sientas identificada. Me halaga muchísimo que pude transmitirte un sentimiento positivo. Leí tus escritos y debo decirte que transmites unos sentimientos muy puros, amé la parte de tus perritos, son lo máximo de la vida.
No te desanimes ni desesperes por el encierro, pienso que no hay mal que por bien no venga, y todo pasa por una razón, estamos aprendiendo a adaptarnos, a ser flexibles y descubriendo otras maneras de conectarnos, míranos ahora, dices que quieres volver a dar un abrazo pero en mi opinión, al menos a mi, el día de hoy, ya me abrazaste, no de la manera tradicional, pero un abrazo a fin de cuentas.
Con cariño Mara