Veo como caigo. De pronto trato de aguantar la respiración. Todas mis emociones se paralizan, no estoy asustada. Quedar atrapada en la cálida profundidad del mar tenía un cierto aire romántico oscuro : Puedo percibir como el agua entra por mis oídos y de pronto desconectar del mundo.
Después de tanta insistencia fuimos a la playa. Disfrutando del horizonte y el magico canto de las gaviotas. Dejamos las cosas en la arena y me dirigí hacia el muelle junto a mi hermano menor : Bajé del muelle intentando hallar lo que el mar en sus rocas verdosas lábil oculta.
Mi hermano se marchó hacia las orillas mientras yo estaba intentando hallar algo que yo misma desconocía: De pronto una ola se acercó y reventó contra las rocas y fui a dar a los brazos de las aguas traicioneras.
Recupero la conciencia. Siento que el agua entra por mis ojos y quema, pataleo y braceo una y otra vez, trató de salir a flote: Cuando menos me doy cuenta, ya estaba afuera de las aguas.
Me pongo de pie. Expulsó la agua atragantada. No sé cómo llegué aquí. Mamá corre hacia mí y con desesperación grita ¡Jamilet, hija! ¿Te encuentras bien?, le respondo que sí. Agarra la toalla, me envuelve ella y me acomoda entre sus brazos.
Mientras seco mi cuerpo, mamá me cuenta lo que pasó: había resbalado de las rocas después de que una ola me arrasó. Mi hermano se asustó, mi mamá pedía Auxilio. Mientras yo por unos segundos no reaccionaba. Luego un hombre me cogió de la ropa y me sacó. Fue lo que me contó. Mientras tanto mis piernas y mi hombro sangraba por la raspadura.
- Mi familia estaba asustada, mi mamá dio la orden de irnos del lugar, y eso hicimos. Hoy por hoy, ya no nos vamos al mar por miedo de que vuelva a ocurrir lo mismo. ¡Pero! algún día de estos, me daré una escapadita y con entusiasmo volveré a intentarlo.
Fran Fernández
Muy bien la alternancia. Ahora lectura atenta para corrección.
muy buen relato te hace que no te rindas aveces el volver a intentar las cosas da miedo por lo ocurrido pero siempre uno debe de vencer su propio miedo me encanto