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Reto 13 ¡QUE SUSTO!

Reto 13

¡Que susto!   

Mi cuerpo se está quedando inmóvil. Mi respirar se acelera veo a mi hermana coger el teléfono ¡está asustada! Yo trate de hablar, pero no podía. Mi tía me cacheteo para que no durmiera ¡es inútil! Nada está funcionando. ¡Todo se estaba oscureciendo, y me desmaye!

El día este nublado ¡Perfecto para mí! Ejercitarme me vendría bien, mi mente ha estado bajo presión. Me pongo mi ropa deportiva y emprendo el viaje, recordé muchas cosas por las que había pasado, una lagrima roso mi rostro, no se diferencia por el sudor, me detuve y caminé a la orilla del mar. Llore tanto que mi cabeza comenzó a dolerme, seque mis lágrimas y decidí regresar a casa.  

Dentro de mi algo estaba inconforme. Encendí el tv, pero me aburrí, revisé las redes y nada, el dolor de cabeza volvía. ¿Qué tengo?, ¿Por qué, me sigo atormentando? Esas preguntas rondaban en mi cabeza.  

Escucho la voz de mi madre, abro mis ojos y ahí la veo sentada a lado mío acariciando mi cabello, me dice Alexandra ¿Qué paso? Me escuchas. Veo el reloj han pasado aproximadamente 20 minutos de mi desmayo. Me dolía mucho la cabeza no decía nada. ¿Puedes caminar? Pregunto mi hermano, vamos al hospital. ¿Estás bien? Pregunto mi tía.

No fue suficiente el trote que hice en la mañana, volví a cambiarme y comencé a hacer ejercicios. Mi hermana llego, me observo. – ¡Enfermaras! Me lo dijo gritando. No le hice caso, di un salto y mi pie se dobló, caí mal, me golpeó la cabeza con el filo del mueble. Mi hermana me ayudo a levantarme aún estaba consciente.

Estoy bien respondí ¿qué paso? ¿Por qué todos están aquí? En ese momento ni yo misma recordaba lo sucedido, ya podía mover mis manos, pero todo el cuerpo me temblaba. Cálmate me decía mi mamá. Mi mente se bloqueó por unas cuantas horas.

Seguía sentada en el mueble. Recordé las preguntas que me atormentaban y lo que provoco, a que yo usara mi fuerza física como si ahí encontraría las respuestas. Estaba peleada con mi madre y eso me tenía así, odiaba que no me hablara, no me importaba quien tuviera culpa solo quería estar bien con ella.

Los recuerdos volvieron completamente. Todos preguntaron si estaba bien, moví la cabeza diciendo sí, mi fuerza volvió, el color de mi rostro también, y mi cabeza ya no dolía demasiado. La mire, esta asustada es la primera vez que la veía así, me levante y me acerque a ella le dije estoy bien, tu hija es fuerte solo fue un pequeño golpe. Me observo con lagrimas en sus ojos y la abrace. El médico dijo que estaba bien, solo me puse así por el golpe, que descanse y que no me ejercite demasiado.

¡Estoy bien! me alegra tanto saberlo. No volveré a usar mi fuerza física de esa manera, no quiero morir (no esta en mis planes), por más problema que tenga debo buscarle una solución sin hacerme daño. Para mí también fue un susto que no quiero repetirlo, el problema con mi madre termino, estamos bien. 

Alexandra Tomala

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romina
2 años desde

Está algo confuso. EL apogeo debe atrapar al lector, usas la alternancia, regresando nuevamente a él.