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Reto 12: Una tarjeta de crédito

 

Argumento

 

Una tarjeta de crédito deja de ser una herramienta útil y se convierte en una mala decisión financiera.

 

Trama

 

1.       Motivación

2.       Solicitud de tarjeta de crédito

3.       Usos importantes

4.       Usos indebidos

5.       Tarjeta guardada

6.       Pagos mensuales

 

Esquema Riguroso

Motivación: Pocos días para el cumpleaños de mi novio, deseo de celebración especial, necesidad de dinero, búsqueda de posibilidades, elección de tarjeta de credito, llamado al banco y búsqueda de requisitos.

Solicitud de tarjeta de credito:  Banco, mes marzo, casi al medio día, mucho calor, tomar ficha y esperar muchas personas esperando ser atendidas, atención, llenado de documentos, aprobación inmediata, salida del banco.

Usos importantes: visita al mall, visita a juguetería, decisión difícil, búsqueda de restaurante, cena en restaurante caro

Usos indebidos: Aprovechar ofertas del día del padre, compra de pantalla plana, organización de mi cumpleaños número treinta, compra de comida, regalos y decoración, compras compulsivas, bolsos, zapatos, maquillaje y ropa. Llegada al límite de saldo.

Tarjeta guardada: Análisis del problema financiero, decisión acertada de guardar la tarjeta’.

Pagos mensuales: Pago mínimo, los 15 de cada mes, cargo de intereses, principal no amortiza, recaídas inoportunas

 

 

Faltan muy pocos días para el cumpleaños de mi novio, llevamos muchos años juntos y siempre que llega esta fecha especial me gusta sorprenderlo, ese año mi situación económica fue muy complicada, y tome la pésima decisión de solicitar una tarjeta de credito para poder llevar a cabo los planes que tenía.

 

Evalué todas las posibilidades que tenía, y me decidí por un banco estatal, que tenía tasas de interés más baja, llamé y pedí los requisitos, y un día después ya tenía todos los documentos en una carpeta.

Aproveché mi hora de almuerzo en el trabajo, para ir al banco, lamentablemente muchas personas habían tenido la misma idea, y las filas eran largas e interminables, con ficha en mano me senté a esperar en esas sillas que están bastante lejos de hacer cómoda la espera.

El calor era infernal, al parecer el aire acondicionado había pedido su día libre, una hora y media después, con entusiasmo vi aparecer en la pantalla el número que coincidía con aquel papel que ahora permanecía arrugado en mi mano.

Luego de la revisión de los requisitos, de firmar algunos documentos, y de la verificación de que tenía un buen record crediticio, mi solicitud fue aprobada y en tres días podía pasar a retirar la nueva tarjeta, pronto me daría cuenta de que lo que parecía una buena idea se convertiría en un calvario mensual.

Con tarjeta en mano fui hasta la juguetería, a comprar aquel transformer que tanto anhelaba mi novio cuando era niño, era un poco caro, pero como lo pagaría al mes siguiente no me importaba.

El día del cumpleaños llego y luego de buscar reseñas de buenos lugares y pedir recomendaciones, elegí un restaurante fino y elegante, con datafono por supuesto.

Hasta ese momento mi uso todavía era controlado y manejable, pero no sé en que momento me empecé a ahogar en este mar de consumismo, el día del padre me tentó con sus ofertas y cuando me di cuenta me encontraba en la caja pagando una pantalla para sorprender a mi padre, después quise celebrar mi cumpleaños y organice una fiesta, eran mis treintas, así que tenía que ser bien celebrado, la tarjeta se encargó de pagar por la comida, la decoración, la música, ella aguantaba todo lo que yo quisiera cargarle.

Empezaron a caer los copos de nieve que formarían las bolas, zapatos, ropa y maquillaje caían rendidos a los pies de mi tarjeta, si ella se enamoraba de algo lo compraba, el saldo empezó a subir y todos los meses la cantidad de dinero que tenía para pagar, no estaba representando ningún abono importante en la cantidad que adeudaba.

Tomé conciencia y vi como mis compras compulsivas me estaban asfixiando, como ya gastaba una gran parte de mi dinero pagando la tarjeta, esa que al principio era mía, pero que ahora yo era de ella, decidí guardarla en un cajón, encerrarla con llave, condenarla a una vida de oscuridad en el fondo de aquel mueble, para ver si yo podía encontrar la luz.

De esto hace algunos años, pero todavía vivo las consecuencias de dejarme llevar por impulsos descontrolados, todavía mes a mes tengo que hacer los pagos mínimos, y seguir pagando por mis errores económicos.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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romina
2 años desde

Revisa dónde pones la lupa. No se nota en tu relato.

romina
2 años desde

Hoy en el vivo te lo explico mejor. Si el centro es la crisis, es a lo que debes dar fuerza en el texto.

josetjimenez27
2 años desde

Es una historia muy interesante, éxitos.