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Reto 12: Una lección financiera.

Argumento:

    Aquella mañana, una terrible noticia toma a Lucía por sorpresa. Una devaluación, la primera que vivía en su vida, tiraba por la borda sus planes. Años de esfuerzo y trabajo quedaban reducidos a cenizas. Cómo levantarse de aquel duro golpe financiero. Realmente todo estaba perdido, o sólo era producto de su enorme frustración. Pronto…ella lo sabría.

Trama y esquema riguroso:

1.- Un devastador golpe: Segunda devaluación en México.

18 de febrero de 1982. Pierde uno de los sueños de su vida. Lucía se sienta en la cama. Siente que su mundo se derrumba. Era el 18 de febrero de 1982. Se arreglaba para trabajar. Enciende el televisor. El noticiero matutino da la noticia de la segunda devaluación en México. Equivale al 72% al llegar el dólar a 46 pesos.

2. El sueño comienza: Asume nuevo puesto.            

Ocupaba la jefatura del departamento de reclutamiento y selección de personal. Labora durante 4 años. Se abre la vacante para la gerencia de Recursos Humanos. Se postula para el puesto. Entre cinco postulantes queda seleccionada. Asume el puesto.

3. Cambio de ambiente: Pasa de ocupar cubículo a una oficina ejecutiva.                                                                       

Cubículo pequeño y oscuro, con poco mobiliario. El gerente general le muestra su nueva oficina. Recorren el lugar. El lujo envuelve el lugar de piso a techo.  

4. El deslumbramiento: Mayor sueldo y prestaciones. Se codea con altos ejecutivos.

Firma contrato con el triple de sueldo, y prestaciones superiores a las de ley. Deja de comer en el comedor general y ahora lo hace en el comedor ejecutivo. Entabla relaciones con altos ejecutivos de la empresa y toma control total del personal de la empresa.

5. Surge el ego: Le ofrecen como prestación un auto de la empresa. Lo rechaza.

La empresa le otorga un auto para su personal. El gerente general le da la noticia. El auto tiene sólo tiene un año de antigüedad, un Sakura 1981. Ella lo rechaza. Ha soñado que su primer coche sería un último modelo.

6. Llega el indicado: Elige un Mustang del año. Precio acorde a su presupuesto.  

Comienza a visitar agencias y a pedir cotizaciones. Nada le convence. Finalmente se enamora de un Mustang Coupé de dos puertas color uva. Entra en su presupuesto.

7. Una noticia inesperada: No hay unidad en existencia. Flotilla viene en camino.                                                         

El auto con el color que desea no lo tienen en existencia. En cuatro semanas llegará una nueva flotilla desde Detroit. Se acuerda de manera verbal la compra del vehículo, y deja un 20% del valor como apartado. Si cambia de opinión sobre la compra después de que llegue coche a la agencia le devolverían sólo la mitad del adelanto.

8. La desilusión: Por devaluación el auto aumenta de valor. No lo puede pagar.                                                                

Conoce la noticia de la devaluación. Entra en shock. Sus planes se derrumban. La devaluación fue del 72%. El auto se vuelve incosteable.  Ya no puede comprar un auto del año. 

9. De vuelta a la realidad: Recobra la calma, acepta el auto de la empresa.                                                                

Reconoce su error. Había perdido el piso. Se arma de valor y ofrece una disculpa a la empresa. Agradece el préstamo otorgado. Acepta el auto ofrecido.

10. Una nueva perspectiva: El valor real del dinero. Surge nueva oportunidad.   

Comprende que el dinero no trae la felicidad. El dinero satisface las necesidades básicas. Hay que aprender a manejarlo.

Relato:

     Allí estaba, sentada al borde de la cama, viendo como el mundo se derrumbaba a sus pies. Una extraña angustia oprimía su pecho, y, sin poder evitarlo, comenzó a llorar. Se sentía devastada.

     Como todos los días, esa mañana encendió el televisor. El noticiero matutino la mantenía informada mientras se alistaba para salir a trabajar. De pronto, una terrible noticia la tomó por sorpresa. México despertó envuelto en la segunda devaluación más grave de su historia. Aquel 18 de febrero de 1982 sería una fecha que jamás olvidaría.

     Seis meses atrás había asumido la gerencia del departamento de recursos humanos. Era una gran oportunidad laboral. Cuatro años de arduo trabajo y esfuerzo la llevaron hasta allí. Ganaría tres veces más, tendría una oficina de lujo, pago de viáticos, y como se esto fuera poco, la empresa le otorgaría un auto seminuevo para su personal.

     Esta última propuesta no la recibió con mucho agrado. Verse conduciendo un auto último modelo había sido su sueño desde antes de terminar la universidad. Ahora, su nuevo puesto le brindaba la oportunidad de convertirlo en realidad, así que, gentilmente, rechazó el Sakura 1981 que le ofrecían, y apostó por un auto mejor.

     El dinero, es un recurso que pone al alcance de la mano los más caros anhelos, pero a veces, es difícil darse cuenta en qué momento el deseo se convierte en capricho u obsesión.

     Visitó varias agencias, pero nada le convenció. Con ninguno de los autos sentía una verdadera conexión. Su jefe le recomendó acudir con el asesor automotriz de la empresa.

     Cuando le mostró aquel espectacular Mustang del año, fue amor a primera vista; era justo lo que deseaba, y lo mejor de todo, el precio estaba dentro de su presupuesto.

     Pero la vida, así como da quita, y Lucía estaba a punto de experimentar un revés que jamás imaginó.

     En ese momento, la agencia no tenía en existencia el coche en el color que ella deseaba; era un coche muy solicitado. Dos semanas atrás habían hecho un nuevo pedido a la planta de Detroit, y en los próximos tres días la flotilla cruzaría la frontera. El auto de sus sueños venía en camino como si estuviera destinado para ella.

     De manera verbal se acordó la compra-venta. Tuvo que dejar un 20% como depósito para apartarlo. Le concedieron una semana de gracia para cancelar la operación sin penalización alguna. El vehículo llegaría dentro los siguientes diez días, por lo que, pasado el plazo otorgado, le devolverían sólo la mitad de lo pagado. Todo esto ocurrió dos días antes de la fatídica noticia.

     Aquel 18 de febrero Lucía lo supo: Una devaluación del 72% era un duro golpe a su bolsillo. Cuando cotizó el coche, el precio del dólar estaba en 2.76 pesos, y el subir a 46 pesos lo volvió incosteable para ella. El hermoso Mustang 1982, coupé de 2 puertas, automático, de estilo europeo y deportivo, había quedado fuera de su alcance.

     La frustración y la impotencia la abrazaron. Qué podría hacer. No tenía muchas opciones, únicamente llamar a la agencia, y pedir la devolución de su dinero.

     Sentada al borde de la cama vio como sus planes caían por la borda. Tantos años de esfuerzo y trabajo quedaron reducidos a cenizas. Ir tras de aquel sueño la llevó a perder el enfoque de lo importante, y volvió urgente algo que podía esperar.

     La tormenta financiera la regresó al camino correcto, tras la devaluación no todo estaba perdido, fue la frustración la que la hizo ver el panorama más oscuro. Tenía su trabajo, su casa, su familia, qué más podía pedir.

     El dinero satisface necesidades y cumple caprichos. Apegar a él resulta un riesgo, pues regala efímeros instantes de felicidad.

     Actualmente Lucía sale a trabajar conduciendo su magnífico Sakura deportivo modelo/81. El glamour disfrazado en sueño era cosa del pasado. La lección financiera…había sido aprendida.

    

    

   

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romina
3 años desde

argumento y esquema muy bien, no olvides las herramientas esenciales de conexión para tu texto.