ARGUMENTO
José vive un mal momento económico con su familia, durante tres meses no recibe el pago de su trabajo, los recursos escasean, pasa por dificultades que le dejaran una gran lección.
TRAMA SITUACIONAL
1. ESCASEZ DE RECURSOS: Situación crítica, no hay comida.
2. DIFICULTADES PARA IR AL TRABAJO: No tiene dinero para pagar los pasajes y poder ir a trabajar, José se va caminado.
3. VERGÜENZA EN EL BUS: De regreso a casa, José discute con el controlador de un bus, no paga su pasaje completo, llega a su hogar y discute con su esposa sobre la situación.
4. IDEA DE NEGOCIO: La esposa piensa en una idea para ganar dinero extra, emprenden un negocio.
5. EL NEGOCIO DA FRUTOS: Reciben sus primeros alumnos, el negocio va bien, pueden pagar sus cuentas.
6. PLAN DE GASTOS FAMILIARES: Elaboran un plan familiar económico, ahorran dinero.
ESQUEMA RIGUROSO:
1. ESCASEZ DE RECURSOS: José y su familia viven una situación económica crítica. Casi no hay comida y no saben qué hacer. El pago de su trabajo no lo recibe desde hace tres meses.
2. DIFICULTADES PARA IR AL TRABAJO: Es domingo por la tarde José y su esposa se dan cuenta que ya no tienen dinero ni para los pasajes de la semana. Buscan por todos lados.
3. VERGÜENZA EN EL BUS: Un viernes, de regreso a casa, José está cansado y no quiere caminar más. Pero solo le acompañan diez centavos en el bolsillo. Decide subirse al bus. Discute con el controlador por no pagar completo su pasaje. Este lo humilla. Enojado, llega a su casa y discute con su esposa.
4. IDEA DE NEGOCIO: La esposa tiene una idea. Montar un pequeño negocio en casa. Deciden dar clases a niños con problemas de aprendizaje, llegan los primeros niños.
5. EL NEGOCIO DA FRUTOS: La demanda de niños incrementa. El negocio empieza a generar dinero. Pueden pagar sus cuentas.
6. PLAN DE GASTOS FAMILIARES: Elaboran un plan de gastos en la familia y pueden ahorrar dinero.
DESARROLLO
Desperté un poco acalorado. El reloj marcaba las ocho de la mañana. Como fui el primero en levantarme me dirigí a la cocina para hacer el desayuno, pero la nevera estaba vacía. Desde hace tres meses mi esposa y yo no recibíamos el pago en el trabajo.
Más tarde, encontré en la habitación a mi mujer contando unas monedas. José me dijo, esta situación esta cada vez peor, no tenemos ni para el pasaje de esta semana. Ya buscaste bien, le pregunté. Juntos revolvimos todo el cuarto, no había nada. No hay problema, le contesté. Tú iras a trabajar en el bus y yo iré caminando. Además, acoté. La vecina de la tienda nos dará crédito hasta fin de mes para comprar comida.
Durante cuatro días caminé tanto de ida como de regreso a casa. Sin embargo, el viernes por la tarde, agotado no pude más y me subí al bus, a pesar de que en mi bolsillo solo me acompañaban diez centavos. El pasaje costaba treinta. Cuando el controlador empezó a cobrar me puse nervioso, llegó hasta mí y extendió la mano, de mi parte dejé caer la moneda en su extremidad. La miró e inmediatamente me recriminó que el valor estaba incompleto. Lo consolé diciéndole que pronto se lo completaría. Sé enojó y se retiró murmurando, que si no tenía dinero debía irme caminando. Todos volcaron su mirada hacia mí, sentía que el rostro me quemaba.
Bajé del bus apresurado, como para que nadie me viera, llegué a casa y cerré la puerta dándole un tremendo golpe.¿Qué te pasa? Me preguntó mi esposa. ¡Estoy harto de esta situación! Grité ¡no aguanto más! ¡tenemos que hacer algo!
Ella me observó por un momento y me dijo. José, durante el día me ha estado dando vueltas una idea que nos puede ayudar a salir de esto. ¿De qué se trata? La interrogué. Mira, tú eres bastante bueno en escritura, lectura y ortografía, yo por mi parte domino bien las matemáticas. Podemos dar clases a niños del barrio que tengan problemas en la escuela en estas áreas. Les enseñaremos aquí después del trabajo. Pues me parece una buena idea, le contesté. Tomando en cuenta la situación en la que estamos, mañana mismo pasaremos la voz a los vecinos y así puedan enviar a sus hijos.
Nuestro pequeño emprendimiento fue lo mejor que pudimos haber hecho. El sábado por la tarde ya tuvimos nuestros primeros dos clientes.
El lunes llegaron tres niños más, todo era un éxito. Cada uno pagaba una mensualidad de cincuenta dólares. Fue así como cubrimos las cuentas y ya no tuve que caminar.
Con la experiencia vivida desde ahora en adelante debíamos ser precavidos para no quedarnos sin dinero. De modo que elaboramos algo que llamamos un plan económico familiar. El cual consistía en destinar un presupuesto para necesidades básicas, otro pequeño porcentaje para ahorrar e invertir y también otra cuenta para imprevistos. Desde ese momento el manejo de la economía en nuestro hogar va bastante bien. Gracias a Dios los días de escasez se fueron.
el argumento que no incluya el cierre.
Esquema y relato muy bien.