ARGUMENTO
Alberto, lleva dos años consecutivos asistiendo a un congreso Internacional de Liderazgo, en la edición dos mil dieciocho adquiere el boleto para el Congreso del siguiente año, pero en el transcurso del año ocurre algo inesperado pierde su trabajo y por ende su estabilidad económica, la fecha en que se va a celebrar el congreso se acerca y no cuenta con los recursos suficientes, teniendo apuros económicos se encuentra entre la encrucijada de vender o regalar su entrada o buscar la manera de hacerse de fondos para costear su viaje.
TRAMA Y ESQUEMA RIGUROSO
EL CONGRESO: Alberto lleva dos años consecutivos de asistir con un grupo de amigos originarios de San Marcos a un Congreso Internacional de Liderazgo el cual se realiza en la ciudad de Guatemala .
LA ENTRADA: El Congreso en su edición dos mil dieciocho esta por finalizar, en la penúltima plenaria realizan el anuncio de que ya se encuentran a la venta los boletos para la edición dos mil diecinueve con precio rebajado, por lo que como grupo deciden aprovechar la oportunidad, Alberto confiando en la estabilidad económica con la que contaba lo adquiere sin pensarlo dos veces.
DESEMPLEADO: Alberto pide a su jefe una Licencia de Estudio de un mes para someterse a su examen privado, lamentablemente pierde su examen, y al regresar a su trabajo le informan que su puesto había sido ocupado por otra persona y que mejor se dedicara a estudiar para su examen.
LA FECHA SE ACERCA: Luis (amigo de Alberto) le hace una visita recordándole que estaban a un mes para la celebración del Congreso, y como ya tenían adquirida la entrada, necesitaba confirmar su participación para reservarle un lugar en el vehículo y en el lugar donde se iban a hospedar. Alberto quería decirle a su amigo que este año no asistiría, que vendería o regalaría su boleto, pero por alguna razón confirma su participación.
LA ÚNICA ESPERANZA: Tenía un mes para obtener el dinero que le serviría para costear su viaje, alimentación y hospedaje, lleva varios días pensando en que excusa decirle a su amigo, cuando se recuerda que esta pendiente que le realicen el pago de una diligencia que realizó por su propia cuenta, el cual se debía verificar justamente una semana antes del Congreso.
LA DESILUSIÓN: Alberto se dirige a la Oficina de la Empresa para la que había realizado la diligencia la fecha acordada para el pago, pero le informan que por problemas en la inscripción del trámite sería imposible realizar el pago en esa fecha y que se postergaría por lo menos un mes más, la única esperanza se había desvanecido, el viaje se veía tan lejos como esta el cielo de la tierra, solamente un milagro podía hace que llegara a tener el dinero suficiente.
LA PROVISIÓN: Seis días antes del evento tan esperado, Alberto recibe una llamada de un amigo, que le informaba que estaba enfermo y suplicándole que lo cubriera en una actividad a la que no podía asistir, Alberto acepta y acude a la actividad en lugar de su amigo, por lo que recibe el pago por sus servicios y obtiene parte de los recursos, pensando que limitándose lo más que pueda podrá asistir al viaje.
EN EL ULTIMO MINUTO: El día en que Alberto iba a viajar para asistir al Congreso, tomo su maleta entre preocupado y feliz, preocupado porque un error de cálculo lo podría poner en serios aprietos económicos y feliz porque al fin de cuentas con todas las adversidades iba a poder viajar, se dirige al dormitorio de sus padres, quienes al despedirlo le entregan una cantidad de dinero, que sumada a lo que ya tenía excedía la meta de dinero que necesitaba.
EL CONGRESO: El quince de Agosto viaja con todos sus amigos a la Ciudad de Guatemala, se ubican en el lugar donde se iban a hospedar y en la noche asisten a la apertura del Congreso, esta sería una edición especial para él, pues en el año que menos probabilidades tenía de estar y aunque estuviera iba a llegar con muchas limitaciones, irónicamente fue el año con que más recursos contó pues le sobró para compartir con sus amigos y para traerle un recuerdo a sus familiares.
EL DESARROLLO
Llevaba dos años consecutivos de asistir en el mes de agosto con un grupo de amigos originarios de San Marcos al Congreso Internacional de Liderazgo, que se realiza en la ciudad de Guatemala, la edición dos mil dieciocho había sido de gran enseñanza para mi vida, en la penúltima plenaria hacen el anuncio de que ya estaban a la venta los boletos para el Congreso del año siguiente con un precio rebajado, Luis (uno de los amigos que viajaba en el grupo) nos propone aprovechar la oportunidad y comprar la entrada, así que confiando en la estabilidad económica que tenía en ese tiempo decidí comprarlo sin pensarlo dos veces.
En el mes de diciembre de dos mil dieciocho le solicité a mi jefe una Licencia de un mes por razones de estudio para prepararme para sustentar el examen privado, lamentablemente reprobé, así que en enero de dos mil diecinueve habiendo terminado la Licencia, me presente al lugar donde laboraba y me dijeron que el jefe deseaba hablar conmigo, al estar en su oficina me dice que lamentablemente el puesto que tenía ya lo había ocupado otra persona y me recomendaba mejor encerrarme a estudiar y prepararme mejor para el examen, de manera que me encontraba con el examen perdido, sin trabajo y en serios aprietos económicos.
Los meses pasaban entre mantenerme estudiando leyes y realizando trabajos eventuales por mi propia cuenta sobreviviendo con lo justo. En el mes de julio mi amigo Luis Orozco llega a visitarme, recordándome que estábamos a un mes de que se celebrara el Congreso de Liderazgo, por lo que necesitaba mi confirmación para poder reservar mi espacio en el automóvil así como en el lugar para hospedarnos, quise responderle que en la situación en la que me encontraba apenas tenía para sostenerme, que lo más lógico era vender o regalar mi entrada, que ese año sería imposible asistir, pero por alguna razón que no me explico le dije que contara conmigo, mi participación estaba confirmada, instantes después que se fuera mi amigo me arrepentía por lo que había hecho ¿Es que acaso no me recordaba el pequeño detalle que no tenía dinero?
Pensando en cómo excusarme para no asistir al congreso, me recordé que estaba pendiente que me pagaran una diligencia que realicé y justamente el pago se debía verificar una semana antes de que iniciara el evento, era mi única esperanza para hacerme de fondos, llego la fecha acordada, me dirigí a la oficina de la empresa para cobrar pero me manifestaron que había un problema en la inscripción del trámite que había realizado, por lo que tenía que esperar un mes más para el pago.
Todo se había terminado, la posibilidad de viajar al Congreso era nula, en la situación en que me encontraba no tenía el perfil para optar a un préstamo, solo me quedaba vender o regalar el boleto, sólo un milagro me podía ayudar.
Seis días antes de tan esperado evento, recibo la llamada de un amigo, que me informaba que estaba enfermo y necesitaba mi ayuda para cubrirlo en una actividad a la que se había comprometido asistir, con los ojos cerrados acepte y lo cubrí por lo que recibí el pago por los servicios prestados, la cantidad que me pagaron no cubría la totalidad de lo que necesitaba, pero con calculadora en mano concluí que limitándome lo más posible podía realizar mi travesía.
Llego el día del viaje, por la noche daría inicio el Congreso, estaba preocupado y feliz a la vez, preocupado porque un error de cálculo me pondría en serios problemas y feliz porque a pesar de las dificultades lo había logrado, con maleta en mano me dirigí al dormitorio de mi padres para despedirlos pues no iba a estar cuatro días en casa, después de abrazarlos mi papá me dice que junto a mi mamá habían tomado la decisión de apoyarme económicamente y me entregó una cantidad de dinero, así que como un equipo que anota el gol de la victoria en el último minuto, me encontraba a punto de viajar con una cantidad de dinero, que sumada a lo que ya tenía, excedía la meta de dinero que necesitaba, agradecido con Dios y con mis padres.
El quince de agosto viajamos de San Marcos a la Ciudad de Guatemala nos ubicamos en el lugar donde nos íbamos a hospedar, en la noche fuimos al lugar donde se celebró el Congreso, esta edición fue muy especial para mí, pues estuve a punto de no ir, y si acaso iba, lo haría muy limitado, pero irónicamente fue cuando más recursos económicos tuve al grado que me sobró para compartir con mis amigos y pude comprar recuerdos para llevarles a mis familiares.
en el argumento nos falta poner la lupa en la problemática.
Esquema y trama muy bien.
En el relato recuerda, buscamos CONECTAR