Reto 12: El despido.

Argumento:

Un viernes por la tarde, una lluvia incontrolable y un padre de visita a su colegio sorpresivamente darían a Ariana una noticia que cambiaría su forma de ver la vida hasta entonces.

Trama y Esquema riguroso:

1.-El trabajo: Mi padre, ingeniero en sistemas, era jefe en un hotel en Quito llamado “Wyndham Garden” que forma parte de la cadena de hoteles “GHL”.

2- La visita: A los dieciséis años mi padre apareció de imprevisto en mi colegio, un viernes por la tarde, lo cual me asombró mucho porque su turno de salida del trabajo era todos los días a las once de la noche.

3.- El viaje en auto: Mientras viajábamos en nuestro carro mis padres comentaban pequeñas cosas porque yo me encontraba con mi mejor amigo hablando sobre la brutal clase de matemáticas, y como era obvio, no iban a decir nada hasta que él llegue a su casa.

4.- La revelación: Una llamada a mi madre hace que necesite dejarnos a mi padre y a mí en una parada para ella ir a trabajar. En la calle, mi padre me confiesa que ha sido despedido de su trabajo dos meses antes de navidad.

5.- La reacción: El saber que mi padre no tenía trabajo, el miedo de no saber cómo salir adelante atormenta a Ariana y la única manera de dejarlo salir es llorar en la calle mientras todo el mundo la observa.

6.- La navidad y buenas noticias: Esa navidad la familia pasó por muchas necesidades, ver a otros comprando y comiendo algo bueno trajo tristeza pero humildad a su familia. Pero sorpresivamente su padre recibe la llamada esperada.

Desarrollo:

Era un viernes triste, opaco y lluvioso. No sabía lo que estaba ocurriendo ese día en el trabajo de mis padres ni en la escuela de mi hermano, pero sabía que no iba a ser un buen clima. Mi papá en ese entonces trabajaba (Y actualmente sigue trabajando), para la cadena de hoteles GHL. Él es ingeniero en sistemas y para esa época tuvo la oportunidad de rendir pruebas y ser jefe de un hotel en Quito llamado: “Wyndham Garden”. Todo marchaba bien por aproximadamente unos 7 meses, su horario era en la tarde y salía todos los días a las once de la noche.

Ese día, la sirena avisaba el término de clases e inicio de un “Plácido fin de semana”, como siempre, jóvenes atolondrados queriendo salir a hacer sus travesuras o como yo, deseando ir a casa. Entre la multitud de jóvenes pude divisar la figura de un hombre fuerte y serio, mi padre y una figura amable y cálida, mi madre. Me sorprendió mucho el saber que venían a verme, tenían en su tono de voz una delicadeza que nunca habían usado.

Mientras viajábamos en compañía de mi amigo, podía escuchar que comentaban cosas que no entendía pero que después preguntaría. Sorpresivamente a mi madre la llamaron para realizar una terapia y nos tuvo que dejar parados en una estación cerca de casa.

Iba contándole mi día cuando mi padre tranquilamente dijo “Me despidieron del trabajo”, el miedo de saber que sería de nuestra situación me embargó y solté en llanto, tenía mucha tristeza porque faltaba poco para navidad y sabía que mi padre la estaba pasando de lo peor.

Finalmente ese día llegó, aunque había incertidumbre sobre lo que podía pasar después, fue la navidad más bonita que pasé porque nos unimos más que nunca, el dinero es importante, pero la familia es valiosa. Esa noche, como regalo para mi padre y mi familia, recibimos una llamada del anterior trabajo de él pidiéndole que regrese a trabajar y forme parte de nuevo de la cadena GHL.

Gracias a Dios en este momento estamos bien, esa situación nos enseñó mucho a valorar lo que tenemos y que nadie tiene comprado el puesto, aprovechamos estos momentos para poder ayudar y compartir con los demás porque sabemos lo que es pasar por necesidades económicas.