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Reto 11 – Una piedra en el camino

ARGUMENTO

Viridiana se embarca en una batalla campal contra su panza. A sus 17 años, su estómago está lleno de “rollitos”.

Ha decidido acabar con ellos de una vez por todas, logrando así, el cuerpo que siempre soñó. Tiene un plan: beber agua caliente con limón en la mañana, asistir sin falta a sus entrenamientos de basquetbol y dedicar una hora en la noche a brincar la cuerda.

Todo parece perfecto, hasta que, un dolor latente e inmovilizante aparece en la ecuación.

¿Será solo el resultado del rigor que se ha exigido o habrá algo mucho más grave detrás?

TRAMA

1. REFLEXIÓN ACERCA DE SU ESTADO FÍSICO. Viridiana piensa que necesita un cambio que la ayude a mejorar su físico. Cree insuficiente el deporte que hace a diario.
2. NUEVA RUTINA. Busca en Internet un complemento. Encuentra respuestas en salto de cuerda.
3. DOLOR PULSÁTIL. Ha adquirido un nuevo hábito, sin embargo, el dolor no la deja en paz. Lágrimas recorren su rostro mientras intenta dormir.
4. ASISTENCIA AL DOCTOR POR PRIMERA VEZ. Ayudada por su madre, va a consulta. Le hacen estudios, resultando un espasmo el causante de ese dolor. 
5. EL REGRESO A LA RUTINA ACENTÚA EL DOLOR. Intenta volver a la normalidad. El dolor persiste, cambiándolo todo. 
6. UNA SEGUNDA OPINIÓN. Viridiana regresa al médico y es atendida por una doctora. Estudios complementarios dan un nuevo panorama de la situación. 
7. OPERACIÓN INMINENTE. Una piedra pone en jaque a Viridiana. Necesitan sacarla ante la gravedad que representa para el cuerpo. 
8. CAMBIO DE HÁBITOS. Viridiana tiene que adaptarse al nuevo estilo de vida que la operación le causó.

DESARROLLO

Encerrada en su habitación, bajo un calor de los mil demonios, Viridiana decide buscar nuevas opciones que la ayuden a deshacerse de los rollitos que invaden su estómago. Está harta de tener que lidiar con tallas grandes, de querer ropa y que no le quede; más que nada, detesta ser vista como una gigante que puede defender a cualquiera.

Decide recurrir a Internet para lograr su objetivo.

Los blogs no aportan demasiado para ayudarla a solucionar su problema. Otros coinciden en que beber agua caliente con limón en ayunas ayuda a chupar la grasa. No le era suficiente.

Indagando un poco más, encuentra algo que llama su atención: brincar la cuerda ayudaba a perder peso.

Se aplica a cumplir con la nueva rutina, volviéndola hábito. Sin embargo, un dolor pulsátil hace acto de presencia depositándose en la parte baja de su espalda, para terminar conteniéndose del lado izquierdo. Decide ignorarlo, ya que el ejercicio nuevo siempre dolía. 

Antes de dormir, el dolor se vuelve más fuerte, le saca lágrimas e impide que logre pegar el ojo en toda la noche. 

“Parezo muerto acostada así, boca arriba.” 

Los días pasan, por fin pide ayuda. Su madre la lleva al médico. Este le hace un par de estudios para tener un diagnóstico acertado. “El causante es un espasmo, causado por tu período menstrual”, dice, recetándole buscapina

Dos días más pasan y retoma su rutina. Ha perdido días valiosos. “Esos rollitos no se van a ir solos”, repetía mientras saltaba.

Fue incapaz de llegar a diez minutos. El dolor la tiró al piso, sofocándola. Como pudo, se arrastró hasta su cama. Le parecía insoportable estar acostada. No podía comer, vomitaba al instante, por lo que los electrolitos orales se volvieron sus mejores amigos.

“Me voy a morir.” 

Su madre, asustada, decide llevarla al médico otra vez.

La doctora que las recibió en ese momento pidió el diagnóstico anterior. Su cara no mentía, algo no le había gustado. Indicó análisis de orina y ultrasonido nuevos, añadiendo unos rayos X.

Al obtener los resultados, se dirigió molesta a encarar al doctor que las había atendido la primera vez.

“¡Cometió una negligencia, Viridiana no tenía un espasmo, tiene una piedra de ácido úrico atorada en uno de los conductos del riñón!” 

De vuelta al consultorio, habló para solicitar un pase a cuarto, ya que era necesario operar de emergencia porque el conducto podría romperse si seguía tratándose con medicamentos, ocasionando un problema mayor.  

Viridiana lloró amargamente. Nunca se enfermaba. Las veces que había llegado a sentirse mal las remediaba con aspirinas o genoprazol. Una operación era muy diferente.

Al día siguiente, el quirófano y una jeringa con la aguja más grande que había visto, la esperaban. Entre sueños recordó una pantalla que mostraba su piedra, además de tenues disparos. La habían operado mediante un láser.

Horas después, un hambre atroz la despertó. Al abrir los ojos, vio que la doctora estaba hablando con su madre.

“El cuerpo de su hija es generador de piedras, afortunadamente gracias a la cuerda pudimos percatarnos que no era una, sino nueve las piedras que estaban dañando el riñón. A partir de este momento, deberá apegarse a una dieta rigurosa si no quiere regresar al quirófano. Debe olvidarse de lácteos, tortillas, alcohol, carnes rojas, picante y café.”

Con lágrimas en los ojos, volvió a dormir, inútilmente esperando despertar con una taza humeante de café en la mano. 

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romina
2 años desde

Al argumento le falta mas forma. Centra la idea. Trama y desarrollo muy bien.

prisionero0101
prisionero0101
2 años desde

Me gusta la progresión con la que se llevan estos retos y veo que cada vez se están poniendo más y más interesantes para forjar, de manera adecuada, un estilo de escritura cada vez más enfocada, donde no solo van a mandar as sensaciones, también la conciencia va formando parte importante de lo que quieres transmitir.
En realidad espero que estos retos estén haciendo que madures cada vez más tu escritura. Esta es una oportunidad, como pocas, para que así sea.
El escrito me pareció bien, hay algunos errores de dedo, pero se encamina bien.