Debo moverme muy despacio si no quiero caerme otra vez. Hasta estar acostado se me dificulta, no puedo dormir bien porque todo me da vueltas y por lo mismo no descanso. Tampoco puedo comer, por las náuseas he llegado a vomitar. Ya bajé un kilo en una semana. Hay momentos en que todo parece regresar a la normalidad pero cuando regresan los mareos aunque esté sentado siento que todo se mueve.
Todo empezó en noviembre del año pasado, una noche cuando me acostaba a dormir, sentí que todo se movía, hasta pensé que estaba ocurriendo un sismo, pero no era un sismo, era en mi cabeza donde todo se movía, como vivo solo intenté levantarme para tomar el teléfono y pedir ayuda. Me caí, esa fue la primera vez que sentí esa angustia de saber que tu cuerpo está bien pero hay algo dentro de tu cabeza que no permite hacer algo tan básico como ponerte de pie.
Fue una noche difícil en la que no pude dormir, casi quería llorar de esa sensación que solo yo percibía. Amaneció y aprovechando los momentos en que los mareos se iban acudí al médico. Después de horas eternas de espera en que aun estando sentado me mareaba, me atendieron en el IMSS. La doctora que me revisó dijo que tenía inflamado el oído por una infección, me dieron el medicamento correspondiente y disminuyeron los mareos, pensé que ya todo estaría bien.
De esa ocasión a la fecha hubo una segunda y tercera vez que me puse mal. Cuando acudí a revisión en la segunda, encontraron la presión de mi corazón muy alta, me dijeron que había posibilidades que tuviera hipertensión, cuando escuché la noticia quise llorar, no lo creía, pues llevo una vida saludable, me hicieron análisis de sangre y afortunadamente todo bien, no era hipertensión. En la tercera ocasión, ahora llevaba la presión baja, casi al punto del desmayo. A los médicos ahora les sorprendieron las cifras tan bajas de mi presión. Afortunadamente la lograron regular.
La semana pasada regresó el mareo. Otra vez me tumbó. Me siento angustiado por esta situación pues no logro estar al cien por ciento de mi salud, me siento inútil de tener que estar sentado, levantarme por un vaso de agua es un logro maratónico. Ahora me diagnosticaron vértigo, ya no sé que creerle a los médicos, tal vez se están enfocando más en la enfermedad de moda. Me dieron medicamento y estoy esperando que haga efecto para al menos recuperar mi funcionalidad. Porque hay algo que he vuelto a comprobar y es que aunque no sé que pase más adelante, yo no soy de los que se rinde.