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Reto 11: El retorno a un nuevo amanecer

Argumento

En un instante el mundo de Adriana Chavarría, pasa de la estabilidad al abismo. Su único anhelo es superar una temible enfermedad mientras siente como su hijo crece dentro de su vientre.

Esta es la historia de una joven soñadora y valiente que se enfrenta a una lucha constante para enfrentar sus mayores temores.

Poco a Poco, Adriana empieza a vislumbrar un nuevo amanecer; sin embargo, la persigue el desafío de retornar a la oscuridad.

Trama

1.  Embarazo: Adriana recibe una noticia inesperada, descubre que está embarazada.

2.  Diagnóstico: El embarazo revela por medio de un ultrasonido que, tiene un tumor en el ovario derecho, creciendo de la misma forma que su hijo.

3.   Hospitalización: Es internada durante quince días, junto a madres que daban a luz a sus hijos fallecidos. Pasa por infinidad de exámenes físicos.

4.  Cirugía: Llega el día de la cirugía, lo que es un acontecimiento importante para los estudiantes de medicina.

5. Nacimiento y felicidad: Nace Josué contra cualquier pronóstico, superando las adversidades.  El primer año de Josué trajo grandes bendiciones a la familia.

6.  Retorno: Seis años después de la primera cirugía, Adriana retorna al abismo se encuentra de nuevo frente al mismo diagnóstico, cáncer de ovario esta vez el izquierdo.

7.    Sanación: Encuentra sanación tras su última cirugía y tiene el privilegio de contar su historia en un taller de escritura.

Desarrollo

En julio de 2012, recibí una noticia inesperada pero de mucho agrado, descubrí que estaba embarazada, siempre quise saber que era tener a una personita creciendo dentro de ti. También sentí miedo.  Ya no iba a caminar por la vida a mi suerte, alguien iba depender de mí, necesitaba un plan.

Como toda madre ilusionada, fui al médico para realizarme un ultrasonido de esos que ves al bebé en tercera dimensión, no solo me dijeron que tenía ocho semanas de embarazo, también me señalaron que mi hijo tenía compañía; un tumor en el ovario derecho estaba creciendo junto a él.

Pasaron unas semanas para internarme en un hospital del seguro social, no me querían atender hasta el momento que di como referencia el nombre de mi médico personal. Así es nuestro sistema. Pase quince días de prueba tras prueba, exámenes de sangre, ultrasonidos y dietas.

La estancia en el hospital fue dura, vi como muchas madres daban a luz a sus hijos ya sin vida, vi su dolor y no solo el físico, corría al baño a llorar y ahí me encontraba con alguna mujer triste mirándose a través del espejo palidecida por la quimioterapia, añorando tener el cabello tan largo como el mío. Eso me rompía.

Al llegar el día de la cirugía, me vistieron con una bata verde era algo irreal, en torno a la camilla estaban las miradas de asombro de los estudiantes de medicina mientras sentía como una aguja era insertada en mi columna vertebral. El líquido me produjo un calambre doloroso en mis piernas y me quede inmóvil de la cintura hacia abajo. Quería huir al ver la sala llena de desconocidos, con un olor a carne quemada que brotaba de mi cuerpo, al ser cauterizado.

La cirugía fue agresiva, cada vez que me levantaba sentía que se me desgarraban las entrañas, ir al baño era una faena peligrosa, me mareaba con cada paso y mientras me duchaba tocaba las grapas que unían la incisión que iba de lado a lado.

Seis meses transcurrieron para encontrarme en la misma sala, solo que la historia era diferente  iba a dar a luz a mi hijo contra cualquier pronóstico, él supero la adversidad, Josué nació sano a las siete y veintiséis de la noche un jueves siete de febrero de dos mil trece. Recuerdo lo feliz que me hizo su llanto, era el inicio de un nuevo amanecer.

Pasaron seis años de la primera cirugía, para retornar al principio donde escucho una voz a lo lejos que me decía ha regresado el cáncer esta vez en el ovario izquierdo y hay que operar.

Hoy un año después de la última cirugía, me encuentro sana, con mi fe fortalecida escribiendo en un bello taller del como he superado mis batalla y como mi hijo Josué vino a salvar mi vida; no en vano elegí su nombre.

      Adriana Chavarria C.

 

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