Argumento.
Un día, llegada la noche empecé a estornudar, era de esos eventos en los que aunque quisiera no paraba, sentía como el fluido en la nariz salía constantemente, se me congestionaba la garganta y la piel lentamente se iba poniendo roja.
Estaba totalmente sola – era la primera vez fuera de casa – experimentando la peor crisis alérgica que había tenido. Yo con 20 años creyéndome importante e independiente estaba frente a una reacción alérgica que desconocía.
Trama.
Clima frío.
Reacción alérgica
Proceso de estornudar constantemente.
Fluidos por las fosas nasales.
Ronchas en la piel.
Hinchazón en las manos.
Dificultad para consumir alimentos.
Temor al estar sola.
Contexto.
Tenía alrededor de 20 años cuando mi cuerpo experimentaba notables cambios debido a las bajas temperaturas en la ciudad en la que encontraba. Mi departamento, no tenía calefacción y como recién había llegado, todo lo que tocaba estaba congelado. Desde niña siempre sufría de alergias, sea por los olores fuertes o cuando el frío se intensificaba en ciertos meses en el año.
En mi primera noche llegando al departamento después de la universidad empecé a estornudar, sentía como el frío recorría desde la nariz hasta mi garganta, no paraba de estornudar, sentía lentamente como salían los fluidos por mi nariz… estornudaba y se congestionaban las fosas nasales. Me miraba constantemente el cuerpo y notaba como la piel iba cambiando de color, tenía muchas manchas rojas que sobresalían, mis manos empezaban a tener otra forma, se estaban hinchando. Mi primera reacción fue dirigirme hasta la cocina, estaba asustada y sola… me preparé un té al ritmo que mis estornudos paraban, bebí el té y fue cuando noté que tenía dificultad para ingerir el agua. ¡Estaba realmente aterrada!
Como la comunicación con mis padres se había acordado realizarla desde los teléfonos convencionales de las casetas en la Universidad, no había forma de llamarlos. Recordé que mi vecina era doctora, la dueña del lugar en el que me encontraba… Salí de mi departamento y la busqué con la finalidad de que tuviera una solución a mi problema.
Me atendió viendo mis lágrimas y el rostro de pánico, me dijo tienes urticaria, no es grave, si lo controlamos… pero te dará con frecuencia en temporadas frías. Me dio una pastilla y me recomendó ir a casa, descansar y abrigarme. Esa noche fue la noche más intensa a mis 20 años, pero aprendí que no toda la ropa sirve para los mismos sitios, que hay que leer sobre los lugares a los que vas te vas a enfrentar y así evitará grandes enfermedades, supe cómo responder al frío en los próximos días y sobretodo me acostumbré a disfrutarlo.
Lee en el libro el capítulo sobre argumento.
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