ARGUMENTO
Justo en vísperas de navidad, después de no ser aceptada en el hospital público, mi madre y yo recorrimos la ciudad en busca de un hospital que me atendiera. Al llegar a uno particular, me ingresan de inmediato, de mi cuerpo salía un liquido verde y una operación fue inevitable. Tanto mi pequeño como yo corrimos un gran riesgo.
TRAMA
1.- VIENDO EL ROSTRO DEL BEBÉ
2.-RECORDANDO LOS ÚLTIMOS INSTANTES DEL EMBARAZO
3.-MIENTRAS DORMÍA TIENE DOLOR
4.-PRIMER HOSPITAL NO LA ACEPTAN
5.-BUSCANDO HOSPITAL
6.- HOPITALIZACIÓN Y CIRUGÍA
7.- NACIMIENTO
8.- RECUPERACIÓN
HISTORIA
Veo el rostro de mi hijo, con esos hermosos y enormes ojos mirándome. ¿Quién imaginaria que en vísperas de navidad seria el ultimo día juntos siendo uno solo?.
Dormía en la madrugada cuando un dolor en el vientre me despertó, lo sentí más fuerte que un calambre. Mi madre me acompañó al hospital, durante todo el día entramos y salimos de él, ya que no querían admitirme.
Se escondió el sol y justo era noche buena. Mi madre desesperada, decidió buscar otro hospital, salimos a las frías calles de la ciudad, ya estaban desiertas, todos estaban en casa con sus familias.
Fuimos de hospital en hospital y lo único que nos decían es que no tenían doctores.
Los dolores se volvían cada vez más insoportables y mi vientre se puso tan dura como una piedra.
Llegamos al último hospital y rezamos por que en ese sí me atendieran. La doctora me revisó y le dijo a las enfermeras que me atendieran de inmediato.
Vi el rostro de ella, estaba banco como su bata. Una de las enfermeras se quedó a mi lado todo momento.
Me horroricé cuando vi escurrir entre mis piernas un liquido verde pastoso. Me ingresaron a la sala de operaciones, yo solo podía pensar en mi hijo, lo único que deseaba era que él estuviera bien.
Después de unos angustiantes minutos, logré oír su llanto y en ese momento sentí desvanecerme.
Me despertó la voz de mi madre, que se atrevió a entrar a preguntar por nosotros, ya que estaba muy preocupada y me desmallé de nuevo.
Quedé hospitalizada por dos días. Apenas tenía fuerza para cargar a mi bebé.
Hoy a solo un par de meses de su nacimiento, veo a mi bebé y le doy gracias a Dios por protegernos, justo el día del nacimiento de su propio hijo.
EL argumento le falta fuerza. ¿Dónde pones la lupa? El relato muy bien.