Voy al centro de la ciudad. Hoy 30 de septiembre del 2010, el sol brilla como nunca y mi corazón palpita acelerado. Subo el volumen de la música y conduzco a una velocidad moderada. Por fin sucedió lo que tanto esperaba, mi novia aceptó casarse conmigo. Sonrió, tarareo la canción que va sonando, mientras tanto disimuladamente voy observando la infraestructura de Francisco de Orellana, calles sin asfaltar, casas de construcción mixta. No cabe duda que es un lugar en vías de desarrollo, la mayor parte de los barrios no cuentan con servicios básicos.
La luz de un semáforo me obliga a detenerme, giro mi cabeza atraído por el ruido de unas personas que se reúnen frente a un televisor. Me pregunto ¿qué estará pasando? ¿por qué esa gente esta sobresaltada? La luz cambia y tengo que continuar para permitir que el tráfico fluya. Más adelante, la gente sigue concentrándose en locales frente a las pantallas.
Finalmente, la curiosidad me gana, me detengo para averiguar qué pasa.
Llego hasta el tumulto, los noticieros mencionan que se encuentran en una cadena televisiva. Informan que Rafael Correa, el presidente más popular del Ecuador en la última década, ha sido retenido por un grupo de policías que se sublevaron, esto debido a su desacuerdo con la ley del servidor público, que el régimen aprobó en días anteriores.
El país se ha quedado sin seguridad, en las calles se escuchan sirenas de patrulleros protestando, este escenario se repite en casi todo el territorio ecuatoriano. Escucho a varios decir que habrá un golpe de estado.
No puede ser, pienso, justo ahora tenía que suceder esto. Si el país entra en caos, será complicado salir adelante, ahora que he decidido casarme.
Solo a mi se me ocurre contraer matrimonio en este año, me cuestiono, si desde que inició no pintaba bien. Sucedió un terreno en Haití. Polonia lloró la pérdida de su presidente producto de un accidente aéreo. De igual forma el Golfo de México se tiñó de negro por un derrame de petróleo.
Sin embargo, me consuelo, hoy en día tenemos una economía estable, en mi ciudad hay muchas empresas petroleras que están ofreciendo trabajo.
La educación ha tenido grandes cambios, el gobierno ofrece becas para hacer posgrados, ¿quizá podría tomar una? La salud también ha mejorado, ¿no puede ser tan malo este año? De seguro que esta revuelta en pocas horas logra calmarse. Salí del grupo, encendí el auto y continué mi camino.
Autor: José Tillaguango
Wow, sí que hemos pasado por mucho, pero como mencionas, no todo ha sido tan malo. Un abrazo
Gracias Andrea.
Muy buen relato, al final todo pasa
Muy bien llevado.
En los países siempre habrá cosas buenas y malas, hay que ser optimistas. No es fácil ser Presidente.
Bien llevado el texto. Falta corrección ortográfica y de redacción. Usas llegó, llego, llego
Obvia el último comentario, fue un error no era en el tuyo y se me fue.
Ya me asusté, gracias Romina.