El primer semestre estaba por terminar ese invierno del dos mil cinco. La universidad se encontraba a diez minutos de su hogar y esa mañana, como todas las mañanas, Manuel se colocó su chamarra, tomó su mochila y emprendió el camino a la escuela. Puso sus audífonos y Shakira al ritmo de su Tortura le hizo compañía. Estaba feliz. Siempre quiso estudiar una carrera y he ahí que ya estaba por terminar el primer semestre con buenas calificaciones. Además, había conseguido su primer trabajo que le permitía costear sus estudios.
Tarareando la canción y haciendo leves movimientos rítmicos con su cuerpo, en su trayecto se encontró a don Pepe que se preparaba para abrir su negocio. Lo saludó. Apenas tres meses atrás se le notaba preocupado y triste por las bajas ventas y la falta de inventario, pero supo aprovechar bien el apoyo financiero que el gobierno de Vicente Fox le empezó a proporcionar a las micro y pequeñas empresas. Así que, esa mañana, “Abarrotes Pepillo” se veía rebosante a la espera de sus clientes.
Se alegró por Don Pepe. Sin duda lo merecía.
Llegó a la avenida principal que lo separaba de la universidad y cruzó con precaución. Aunque a mediados de ese año el medio de transporte llamado Metrobús empezó operaciones y redujo en mayor medida la afluencia de transporte vehicular, él caminaba siempre atento. Al llegar a la esquina de la facultad de Odontología observó en un puesto de revistas un periódico con un anuncio con letras grandes: “Dólar amanece en $10.71”. Pensó: “apenas a principio de año estaba en nueve”.
No le dio tanta importancia y en su caminata hacia su facultad. pasó por los campos deportivos de la facultad de Contaduría y observo que algunos chicos de su edad jugaban un partido de fútbol. Inevitablemente recordó que, en octubre de ese mismo año, su país logró el campeonato en el Mundial Sub 17 jugando ante Brasil por un marcador de 3 a 0. Suspiró. ¡Cúanto disfruto ese día viendo el partido por la televisora local!
Llego a la Facultad de Administración y cruzó el gran pasillo que daba hasta los salones del primer semestre. Casi al llegar a donde estaban sus amigos, un papel pegado en la esquina de uno de los salones le llamó la atención. Era una invitación por parte de la Oficina de Asuntos Culturales para asistir a un homenaje por el fallecimiento de la Compositora jalisciense Consuelo Velázquez, autora de la emblemática canción “Bésame mucho. Hasta ese momento se enteró de quién era la creadora de la canción que algunas veces había escuchado junto a su novia.
Llego al aula C y se encontró con su grupo de amigos. Saludó a cada uno estrechándole la palma y los puños Mientras esperaban al profesor de Pensamiento Crítico y Aprendizaje, hacían planes para, después de clases, ir al cine al estreno de Harry Potter y el Cáliz de fuego. Desde que salió la primera película se volvieron fans y, por supuesto, no querían perderse la cuarta parte. En eso estaban cuando alguien. con portafolio en mano, entró por la puerta.
—Buenos días chicos. Guarden sus cosas y saquen una hoja de papel.
:O ¡Examen!
Alkysirez, aquí estoy de nuevo. Me encantó tu escrito, pude estar en donde estabas. Gracias por compartir 🙂
Gracias a ti, Kat; por leerme siempre.
Un abrazo.
Bien llevado el texto. Falta corrección ortográfica y de redacción. Usas llegó, llego, llego