- Hola, te quiero.
- ¿Recuerdas? Hace mucho te escribi una carta con la misma entrada, como cambian las personas, sus pensares, y e incluso sus emociones. Despues de compartir contigo las cosas más basicas de la convicencia de dos personas, ahora que se presenta la oportunidad de aumentar nuestra comunicacion y confianza, me topo con la realidad, jamás respondiste aquella carta, y sorprendentemente aun así la tienes muy presente.
- Para ser sincera jamás pense en una respuesta, solo pense en comunicarte lo que sentía, sin miedo, sin pena, así como eres tu. Valla sorpresa que despues de todo me respondas con la frase que eh escuchado diariamente y no me cansa: “Hola, tambien te quiero” al principio me dio miedo, pues ya no era solo yo, y compartir todo lo que soy con alguien jamás me preocupo tanto, pues la decepcion es algo que no queria mostrarte, y ahora lo entiendo, ser libre de esas preocupaciones es amor, no por la sencillez de decepcionar a alguien, si no por la tranquilidad de que apesar de tus errores hay alguien que esta dispuesto a ayudarte, sin juzgar y sin presionar, sin mentir ni tampar el problema, si no con soluciones sinceras y reales, y eso es amar en libertad, así como tu lo haces, así como estoy dispuesta a amarte.
La libertad del amor