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¿Corazones rotos? ¿Corazones y consecuencias?

Así como cuando revuelves una historia y dejas el título para el final, quizás estoy planeando dejar el pasado como potenciador a futuro.

Dijiste adiós- y lo respeto.

La cuestión es que no se trata de egoísmo- aunque sí lo es- tampoco de locura que se confunde con amor- aunque en cierta medida lo fue.

Nos robamos el corazón, pero esta no es un repaso de nuestro vivir, sino una tesis de lo que fue un pesar.

 

“Corazón roto”- claro que literalmente, y es que cuando el adiós se nos presentía en ese último abrazo, se nos abonó la respiración.

Aunque lo fue y a la vez no, se retuerce entre la inminente amenaza de dolor predecible, atormentado y ocasionado.

Y es que lo que nos- y a ti también- nos pasa, nos ha sucedido, nos ha sacudido… todo funciona bajo la relación que ambos inconscientemente
implementamos, la relación causa- efecto.

Nos pareció una secuencia y al mismo tiempo un comprobante de cuento. ¿Por qué los corazones rotos?

Nos parece una pasada, algo inexplicable, extraño e inconcebible. Claro, se rompe, se tritura y se cicatriza.

¿Y puede sanar? Aun no lo sé.

El despecho atormenta y el pecho revienta en sulfuraciones producidas por un volcán emocional. Sin embargo, podemos notar una irreverencia,
el tiempo y la potencia entre ambos nos divide… nos diluye.

Dime, ¿ya eres feliz?. Popularmente hablando, ¿eres feliz?.

¿Estás en equilibrio con tus dimensiones? ¿Eres lo que buscas y buscas lo que amas? ¿Estás consiente de la fugacidad y su importancia?
¿Estás consiente del factor das lo que recibes/ recibes lo que das? ¿Vives siguiendo la importancia de los pequeños momentos?

Quizás ambos necesitamos un empujón para llegar a la misma teoría, aunque con nuestros caminos separados en espejismos.

Los despechos vienen y se van, así como nosotros y muchos otros. ¿Es que acaso siguen el mismo sentido?

¿Acaso siguen la unilateralidad? ¿Acaso siguen el proceso disfrazado de entendimiento?
¿Importa acaso por los dos? ¿O la fraternidad es una fachada?

Nuestro tiempo fue relativo y el recuerdo también lo será.
¿Acaso ya compartes tus sábanas, tus piernas, tus abrazos y tus labios con alguien más?

¿Por qué los corazones rotos?… ¿Por qué el enlace entre corazones?

Son dos preguntas distintas que, sin buscarlo, se responden entre sí.

¿Por qué el “amor” se da tan temprano? ¿Por qué se “oxida” tan rápido?

Sus consecuencias deciden donde buscarlos, como durarlos.

¿Cómo pudimos quedarnos juntos más tiempo? Aunque, por ahora, lo único que me preocupa es…

¿Cómo quedarme contigo una vez más?

Los amores vienen y van, los amoríos también. Y es que las muestras de cariño son relativas temporales y acaudaladas.

¿Pero por qué razón no puedo quedarme contigo una vez más… quizás la última?

Volvemos a pasar por nuestra irreverencia dolorosa, causas y consecuencias.

Tú y yo, yo y tú… nosotros y el factor emocional que nos conllevó enfrentar nuestras decisiones.

Decisiones que conllevan, decisiones que se dejan llevar por su propio contexto sin escrúpulos.

 

Ya lo dijeron, como si fueran veinte poemas de amor y una canción desesperada, que es tan corto el amor y tan largo el olvido.

Siempre fue así y siempre lo será, pero de manera relativa. Dime, ¿ya pude salir de tu cabeza?

Ya meses después y otra vez voy perdiendo la fe en quitarme este espíritu débil.

 

¿Es verdad que el amor se vuelve sucio e insano?

¿Será aburrimiento/ dolor/ incomodidad? Nunca se especifica, ni siquiera se puede auto- explicar.

Quizás estaba harto de mi hogar repetitivo, o quizás tú buscabas nuevos horizontes que jamás pudieron satisfacer a ninguno de los dos.

 

¿Corazones envenenados o rotos? ¿Almas débiles o insanas? ¿Dolor o aceptación?

No conozco las consecuencias aun más futuras, solamente las que ya se presentan indiferentes.

Pero espero que un contraveneno nunca se haga presente para ninguno de los dos, nos merecemos aceptar y seguir sin más que hacer.

 

Todo porque es tan corto el amor y tan largo el olvido, tanto así que en noches como esta te tuve entre mis brazos… pero hoy,
descansas bajo la sombra de otro.

 

 

 

 

 

¿Corazones rotos? ¿Corazones y consecuencias?

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