Querida Martina, sé que no esperabas que fuese yo quién te entregara esta carta, parecerá extraño que el chico que atiende en la cafetería, hoy se acerque a ti y te hable con tanta naturalidad, espero puedas leerla hasta el final.
¿Sabes? A los pocos meses de trabajar en la cafetería “Don Molly” dejé de sentirme cómodo, pensé incluso en renunciar. Hasta que de repente, apareciste tú y empecé a disfrutar mucho más mis ocupaciones, a tal punto que ir al trabajo se volvió interesante. Verte sonreír por las mañanas bebiendo una taza de café, despertó en mí una gran ilusión. Había querido acercarme a ti, pero tenía miedo al rechazo.
Por tal razón decidí contactarte por Telegram, tomé tu número celular de las facturas de la cafetería. Lo siento, pero fue la única manera que se me ocurrió para conocerte más. Lo que te he dicho estos 6 meses por medio del chat es real, excepto, que vivía en otro país y que trabajaba en KFC.
El chico de la foto de perfil soy yo. No me has reconocido porque actualmente no uso lentes y además aquí en el trabajo es obligatorio el uso de las mascarillas, para evitar contagios por Covid-19. Me encantaría verte y así poder expresar mis sentimientos de amor sincero. ¿Qué te parece? ¿Aceptas salir conmigo a cenar esta noche?
Si tu respuesta es sí, te esperaré en el restaurante de la cuadra, tu favorito. No faltes princesa. 💖
Muy bonito, me dejó con la intriga💖