Amado hermano:
Hoy me dijiste que soy una niña inmadura y que jamas entenderé a los adultos por ser una hija mimada y consentida. Te molestaste porque estuve en contra de que jugaras con una chica y la dañaras, cuando yo sabía que tu no eras así.A pesar de encontrarnos en ciudades distintas, discutimos por Whatsapp y todo paso bastante rápido, en un abrir y cerrar de ojos.
Dices que soy una bebé porque no sé las verdaderas responsabilidades que conlleva una vida y que también no sé lo que es desenvolverme en un trabajo o simplemente en la sociedad.
Pero yo a diario lucho por no depender de los demás, por mantenerme sin ayuda, por entrenar muy duro y estudiar más que los demás, sintiendo el abandono en mi momento culposo, donde prefiero dejar algunas veces las fiestas, los lujos o a mis amigos por mejorar cada partícula de mi presente y mi futuro.
Quería pedirte una disculpa por contestarte mal y por haberte bloqueado, pero ¿ Pensaste cuánto me dolerían tus palabras? en ese momento me sentí insuficiente , las lágrimas brotaron y paso como al abrir la llave de la regadera cuando no puedes medir el agua al salir..
Me pregunté el porque tanto le pedí al universo encontrarte, sí solo sería para hacernos mal; porque eres una buena persona, así como yo, solo que cada uno tiene diferentes creencias e ideales y lo único que quise fue hablarte con toda honestidad.
Acepto mi error al distanciarme, pero no todo fue mi culpa. No me digas niña inmadura, por favor, porque cada quien pasa por sus propias batallas y aunque soy más pequeña que tú, creo que soy consciente de lo que debo manejar y las decisiones que debo de tomar, porque pensé como adulto desde el momento en que elegí buscarte y no negarte, desde el día que decidí amarte y no odiarte, pues a pesar de ser de familias distintas, hermano tu siempre has sido mi más grande sueño. ¿Qué más quieres de mi?
No olvides lo que se pidió para el cierre.